Cuando el Barça pierde o empata, de manera injusta, se señala casi siempre hacia las dos figuras que más se puede responsabilizar. Xavi Hernández, por su parte, tiene una parte de responsabilidad en el fútbol del equipo, aunque las lesiones y la falta de efectivos como, por ejemplo, la de un extremo desequilibrante, le complican mucho el trabajo.

Y más allá de la figura del entrenador, en partidos donde el FC Barcelona se queda en 0 y remata poco a portería, algunas voces señalan directamente al ariete: Robert Lewandowski. Son 18 goles y 6 asistencias en un total de 36 partidos, es decir, 1 gol cada 2 partidos y 1 asistencia cada 9. A grandes rasgos, no son números malos. De hecho, son buenos, pero es que los estratosféricos registros del polaco durante su etapa en el Bayern de Múnich se prestan a odiosas comparaciones.

Robert Lewandowski Bayern Munich EFE
Robert Lewandowski, celebrando un gol con el Bayern de Múnic / Foto: EFE

El Barça, más pasivo de lo que se esperaba en San Mamés

Lewandowski no fue capaz de ver portería en San Mamés, a pesar de quedarse muy cerca en una ocasión en la que ni siquiera pudo chutar a portería. El central del Athletic Club Aitor Paredes estuvo muy rápido para evitarlo, pero Lewandowski, en general, aportó más ante el conjunto vasco que en otros partidos donde estuvo mucho más aislado.

El ariete se dejó caer a la altura de Gündogan en más de una ocasión para combinar y supo separarse bien de los centrales. En otros partidos, donde la defensa rival ni siquiera busca salir de su campo, Lewandowski no puede hacer eso porque el bloque del rival del Barça es demasiado corto. Con todo, con un Athletic Club que sí que trataba de salir de la cueva y, sobre todo, sabiendo ya los resultados de Girona (1-0) y Real Madrid (2-2), se esperaba un Barça con más hambre de victoria en vista de que este pasado fin de semana tenía una oportunidad única para recortar distancias al Real Madrid y para adelantar al Girona en la clasificación.

Ilkay Gundogan, en el suelo durante el Athletic Club - Barça / Foto: EFE
İlkay Gündoğan, extendido en el suelo durante el Athletic Club - Barça / Foto: EFE

Fermín, devastado en el aeropuerto

Algunas almas barcelonistas estuvieron profundamente devastadas después del partido. A los más viscerales, al menos, se les notó que no haber sumado los tres puntos cuando Girona y Real Madrid habían perdido y no empatado, respectivamente, les había afectado. Xavi Hernández, por ejemplo, lo demostró desde la rabia. Otras piezas de la plantilla también muy culés como Fermín López lo demostraron desde la tristeza. En el caso del andaluz, se le vio en el aeropuerto, cabizbajo, sin hablar con sus compañeros y con la capucha puesta. Gente así es la que necesita este equipo.