Las denuncias de discriminación lingüística no solo aparecen en comercios de barrio, la Universidad de Girona (UdG) hace meses que se encuentra en medio de la polémica por los reproches que recibió la exconsellera y profesora de esta Universidad Gemma Geis por usar el catalán durante un proceso de selección académica. Geis recurrió entonces a la síndica de greuges, Esther Giménez Salinas, que ha reclamado dos veces por escrito la intervención de la Universidad para apoyar a la profesora, que es también vicealcaldesa de Girona y exconsellera de la Generalitat. No obstante, el rector de la UdG, Joaquim Salvi, insiste, ante la impotencia de la síndica, en sacudirse las responsabilidades en este tema, según un escrito de Giménez-Salinas en el cual ha tenido acceso ElNacional.cat, y con el cual da por cerrada su intervención en este caso.

Los hechos se produjeron hace dos cursos, en octubre del 2022, cuando en un proceso para estabilizar la plaza como profesora agregada, Geis reclamó utilizar el catalán aunque tres de los miembros de la comisión que la tenía que evaluar eran de fuera de Catalunya, lo cual obligó a utilizar un sistema de traducción simultánea. Los reproches por esta exigencia provinieron, sin embargo, de la profesora de la UdG Maria Mercè Darnaculleta, que está a más miembro de la Comisión Jurídica Asesora de la Generalitat, que reprochó a Geis falta de respeto a los valores de la ética universitaria y advirtió que "la opción lingüística de la candidata contradice abiertamente dos principios básicos de la ética universitaria como son los de neutralidad y los de la universalidad". También el profesor Luis Medina, de la Universidad Complutense de Madrid lamentó que no se hubiera utilizado para la prueba "un idioma común que podía haber sido el inglés", dado que aseguraba estar acostumbrado a prescindir "del idioma propio, que es el español."

Ante estas intervenciones protagonizadas por los miembros de la comisión evaluadora durante el procedimiento académico, Geis recurrió a la defensora del pueblo, que por dos veces se ha dirigido a la UdG con contundencia para reprochar que la universidad conocía los hechos y no intervino, por lo cual reclamó una disculpa para Geis y la adopción de medidas para que no se volviera a repetir una situación como esta.

Negativa del rector

No obstante, la síndica ha comunicado esta semana a Geis que el rector se niega incluso a actuar como mediador para que los miembros de la Comisión se disculpen, como le había reclamado. "El rector insiste una vez más en la absoluta independencia y autonomía de que disfruta este órgano, sin que haya lugar por parte nuestra a ninguna otra actuación en relación con esta consideración," añade a la síndica con impotencia, además de hacer saber que con este escrito da por acabadas las actuaciones puestas en marcha a raíz de la queja de Geis.

Con respecto al resto de recomendaciones planteadas por la síndica a raíz de este caso, el rector ha comunicado que comparte y hará llegar a la síndica de la UdG el rechazo expresado por Giménez-Salinas ante la expresión de comentarios u opiniones que no sean necesarios o propios de una comisión de selección, dado que "sin perjuicio del derecho a la libertad de opinión de los miembros, no puede ser un derecho ilimitado".

Por lo que respecta a la recomendación de que se graben las pruebas de selección oral, el rector considera que no es una práctica habitual, dado que las sesiones son públicas, pero que trasladará la petición al vicerrector de Personal para que "si procede" lo eleve al Consejo de Gobierno.

La UdG cierra la carpeta, pues, sin mover pieza, a pesar de la denuncia de la síndica y de las recomendaciones dirigidas al rector que han acabado cayendo en saco roto.