El Barça afronta el mercado de invierno con una consigna muy clara marcada por Hansi Flick. No se espera que haya una revolución, pero sí dos salidas muy concretas que el técnico alemán considera necesarias. En el club asumen que la plantilla está definida y que cualquier movimiento debe estar muy bien estudidado, pero hay dos nombres que ya no entran en los planes y cuya continuidad carece de sentido.
La realidad es que Flick ha sido directo con la dirección deportiva. Solo aceptará salidas si sirven para mejorar el clima interno y la competitividad del grupo, y en ese escenario aparecen Ronald Araujo y Marc-André ter Stegen, dos antiguos pesos pesados del vestuario que han perdido su estatus y que ahora mismo están más cerca de irse que de recuperar protagonismo.
Ter Stegen, un problema que Flick quiere resolver ya
El caso de Ter Stegen es especialmente delicado. El portero alemán ya no es el titular y Flick no lo quiere como suplente. Considera que su presencia en el banquillo puede convertirse en un problema para el vestuario. El técnico entiende que, por trayectoria y personalidad, no es un perfil adecuado para asumir un rol secundario sin dar dolores de cabeza.
En el Barça lo saben y ya trabajan con esa idea. La prioridad no es ingresar dinero, sino liberarse de un salario muy alto y evitar tensiones internas. Flick ha pedido una salida sea como sea. Ter Stegen, además, ve con buenos ojos un cambio de aires para no comprometer su estatus de cara a sus opciones para jugar el Mundial. De este modo la sensación es que si sigue, será un foco de conflicto; si sale, el Barça ganará estabilidad.
Ronald Araujo, señalado y sin sitio en el Barça
El caso de Ronald Araujo es distinto, pero igual de contundente. El central uruguayo ha quedado muy señalado en los últimos meses y su rendimiento no ha convencido al cuerpo técnico. Flick no lo ve en condiciones de competir al máximo nivel ahora mismo y, lo más significativo, ya lo considera el quinto central de la plantilla. Dentro del club creen que su ciclo está agotado. Araujo necesita empezar de cero, recuperar confianza y protagonismo en otro contexto. Mantenerlo como suplente residual no beneficia a nadie, ni al jugador ni al equipo. Por eso, una salida en enero se ve como una solución positiva para todas las partes.
Así pues, mientras otros nombres aparecen en rumores, la hoja de ruta es firme. Solo dos salidas, pero muy significativas. Ter Stegen y Araujo tienen los días contados y Flick no piensa cambiar de opinión. El Barça empieza a tomar decisiones duras, pero necesarias.
