Veintiséis años después de colgarse una de las platas más amargas de la historia del waterpolo, España se ha vengado de Italia (8-7), en la misma piscina donde lloró por aquella final perdida en los Juegos Olímpicos de Barcelona '92, y peleará el próximo sábado con Serbia para convertirse en el mejor equipo de Europa.

El combinado que dirige David Martín ha tenido que trabajar el triunfo desde el inicio y sufrir hasta el final, pues Italia ha dispuesto de una última posesión para empatar el partido y llevarlo a la prórroga. Frigioli ha lanzado a puerta y López Pinedo ha sacado el balón cuando éste había traspasado la línea de gol, pero los árbitros no han hecho subir el tanto al marcador.

Después de un duelo muy igualado y con alternancias en el marcador, España se ha servido de una gran defensa i de una buena jugada individual de Fran Fernández para poner el 8-7 a falta de 1:34 para el final. Con polémica, la selección espanyola ha defendido el resultado, ha sellado su pase a la final y ha vuelto a la élite del waterpolo nueve años después.

Los anfitriones tienen otra cuenta pendiente ante los balcánicos, que les arrebataron el oro en el Mundial de Roma de 2009, la última final que España ha disputado hasta ahora, en la tanda de penaltis.