Íñigo Martínez era unas de las piezas inamovibles de la pizarra de Hansi Flick, un jugador indispensable en el eje defensivo del Barça, formando una dupla extraordinaria al lado de Pau Cubarsí. El guipuzcoano era intransferible, por lo que los planes de Deco para el tramo final del mercado, entre los que estaba el de reducir el número de centrales de la plantilla, giraban en torno a dos nombres, los de Araujo y Christensen.
La idea era que uno de los dos jugadores saliera del Barça, con muchos más números para el danés, que termina contrato el próximo 30 de junio. Christensen sabía que estaba en el mercado y su agente le buscaba equipo. Araujo, en cambio, estaba más tranquilo, tanto porque tiene la confianza de Flick, como porque tiene un contrato más largo, a pesar de saber que el Barça lo traspasaría sin pestañear si llegaba una oferta suculenta por él.

Christensen y Araujo, de transferibles a intocables
El aviso de Íñigo Martínez de que la temida llamada de Arabia Saudita había llegado y que iba a usar la cláusula de escape que había añadido en su última renovación cayó como un meteorito en las oficinas del Barça. El plan había dado un giro de 180 grados, un efecto dominó que tendrá a varios afectados.
El principal es Andreas Christensen, que ha pasado de transferible a intocable, hasta el punto de que el Barça ya se plantea seriamente ofrecerle un año más de contrato. El danés, si el físico se lo permite, va a acumular muchos minutos, ya que es lo más parecido a Íñigo Martínez que queda en la plantilla, por lo que el club blaugrana no puede permitirse el lujo de perderlo a coste cero el verano que viene. También coge aire Araujo, que la temporada pasada fue el tercer central del equipo, por lo que se espera que, al menos en el inicio del curso, sea la pareja habitual de Cubarsí en el eje defensivo.

Gerard Martín, Eric Garcia y Héctor Fort, otros afectados
La salida de Íñigo Martínez, sin embargo, tiene otros efectos colaterales. Uno de ellos es que Gerard Martín tiene muchos números de jugar algunos partidos como central izquierdo, como ya sucedió en la gira por Asia. El lateral lee bien el fuera de juego y es un buen corrector, por lo que Flick no le descarta para que centre más su posición. Y lo mismo ocurre con Eric Garcia, que después de ser reconvertido a lateral derecho, suplente de Jules Kounde, podría recuperar su rol principal, el de central zurdo.
Este encaje de bolillos, de hecho, podría incluso significar la continuidad de Héctor Fort, que parecía tener un pie y medio fuera del Barça. El hecho de que Kounde y Eric Garcia puedan disputar algunos partidos como centrales, sus posiciones de formación, podría provocar que Flick apueste por conservar en plantilla un lateral diestro puro, y el canterano cumple sobradamente con este rol.