Andreas Christensen ha aprovechado la pretemporada 2025-2026 del FC Barcelona para enviar un mensaje claro: no tiene ninguna intención de abandonar el club y está preparado para pelear por un sitio en el once titular. Tras pasar prácticamente toda la temporada pasada en el dique seco por una lesión que frenó su progresión, el central danés ha regresado con fuerza y está convenciendo al cuerpo técnico con sus actuaciones sólidas y fiables. Su continuidad, que se daba por cuestionada hace unos meses, ahora gana enteros.
En el entorno del club, su insistencia en quedarse se interpreta como un desafío directo a la jerarquía actual de centrales. Con Cubarsí e Iñigo Martínez asentados como la pareja titular, y con Eric García y Ronald Araujo en la rotación, Christensen parecía relegado a un papel menor. Pero su rendimiento en esta pretemporada ha cambiado el panorama. Hansi Flick valora su sobriedad táctica, su posicionamiento y su capacidad para construir desde atrás. Y si se confirma esta dinámica, el que podría salir más perjudicado es Araujo.

Araujo, el señalado si Christensen se impone
El caso de Ronald Araujo sigue generando debate en la planificación deportiva. El uruguayo, que fue suplente durante toda la temporada 2024-2025, no ha terminado de consolidarse en el sistema de Flick, que prioriza centrales con mayor capacidad técnica y lectura en salida. A pesar de su potencia física y liderazgo, Araujo no se adapta del todo a los automatismos posicionales que exige el alemán. Y ante un Christensen que ha regresado con fuerza, su sitio vuelve a estar en duda.
Mientras Araujo ve cómo su estatus en el equipo se erosiona, el danés crece en cada entrenamiento y gana peso en las decisiones tácticas del nuevo cuerpo técnico. Si el uruguayo esperaba que la pretemporada le sirviera para recuperar terreno, la aparición de Christensen como un serio candidato a la titularidad complica todavía más su situación.
Flick valora lo que ofrece Christensen
Flick considera a Christensen un central con un perfil distinto al resto: ordenado, preciso, fiable en la anticipación y con buen pie para iniciar jugadas desde la línea defensiva. Su ausencia durante gran parte de la campaña anterior se notó, y ahora, con minutos y ritmo, está en condiciones de discutir un sitio desde el inicio. A diferencia de otros defensores, no necesita correr riesgos para rendir: su lectura del juego lo hace indispensable en escenarios de alta presión.

Por su parte, el jugador ha cerrado la puerta a una salida. Tiene contrato en vigor y ha dejado claro a la dirección deportiva que no contempla abandonar el club este verano, incluso si su papel no es el de indiscutible. Quiere quedarse, competir y convencer.
Para Flick y Deco, el dilema es evidente. Christensen reclama protagonismo, y su rendimiento lo respalda. El que no reaccione podría quedarse sin espacio en un Barça con exceso de centrales y pocas certezas. La competencia interna no afloja.