Se avecinan horas tensas en la Selección Española. Lo que debería quedarse en una simple disputa en el Clásico, ha empezado a transformarse en un problema interno en el vestuario de la Roja. Todo comenzó con un gesto. Un cruce de miradas entre Dani Carvajal y Lamine Yamal que ha dejado heridas abiertas.
El origen está en las palabras de Lamine Yamal en la King’s League y en el show que esta conlleva. El crack calentó el Clásico el pasado viernes en una conversación con Ibai Llanos, cuando cuestionó la forma que tiene de ganar el Real Madrid. En el entorno madridista no sentó bien. Y el que decidió responder en el campo fue Carvajal.
Carvajal monta el lío al finalizar el Clásico
A finalizar el Clásico, el lateral del Madrid le hizo gestos al joven azulgrana, recordándole que había hablado demasiado. Lamine no se achantó. Intentó encararlo, pero Camavinga intervino antes de que la situación fuera a más. En medio del caos, Courtois también apareció, en plan camorrista empujando y encendiendo aún más el ambiente.
Tras el partido, Frenkie de Jong criticó públicamente la actitud de Carvajal. “Eso no se hace en el campo”, dijo. Pero el problema ya había traspasado la frontera de los clubes. La tensión va camino del vestuario de la selección. La situación recuerda a los años más tensos de la era Guardiola-Mourinho, cuando la división entre Madrid y Barça amenazó la convivencia de los campeones del mundo.
Marrón para Luis de la Fuente
Por un lado, están Lamine Yamal, Nico Williams, Pedri y Fermín López, unidos en defensa del joven talento culé. Por otro, Carvajal, con el respaldo de Huijsen, que ya ni le dirigió la palabra a Lamine en todo el partido. Y mientras tanto, el seleccionador, Luis de la Fuente, observa con preocupación. No es la primera vez que el grupo se fractura por rivalidades históricas.
La Roja, que venía de un ciclo tranquilo, se encuentra ahora ante una tormenta interna. El reto de Luis de la Fuente será enorme. No solo deberá ganar partidos, sino reconstruir un vestuario roto por un gesto y unas palabras que nunca debieron salir del campo.
