El Girona se queda a las puertas de volver a sorprender, ahora en el Sánchez Pizjuán, y acaba perdiendo por la mínima contra el Sevilla. Un penalti fallado en la primera mitad ha acabado por desvanecer las opciones de un Girona luchador, pero poco determinante en los metros finales.
Estoica resistencia
El Girona, sorprendiente debutante en Primera división, sigue plantando cara a los grandes equipos de la categoría. Y también lo hace en los grandes estadios. El Pizjuán ha sido el escenario de una nueva reivindicación de los gerundenses, pero que no ha acabado teniendo premio.
Sólidos detrás, ofensivamente muy propositivos y con una entrega máxima, la resistencia se ha convertido en la gran arma de los de Pablo Machín. El Sevilla ha propuesto mucho y ha centrado en Muriel su fuerza, que ha acabado el partido lesionado. El Girona ha podido repeler las ocasiones rivales, y también ha tenido sus opciones.
No hay quien se rinda en este Girona. Todos forman una sola unidad y con los centros desde la banda encuentran la esperanza. Esta vez, sin embargo, sin el killer Stuani sobre el césped, han echado de menos a un rematador puro y que marque las diferencias con goles. Olunga no ha sabido interpretar el juego y Aday ha fallado un penalti regalado por el Sevilla.
Golpe moral del Sevilla
Pero si la gran primera parte del Girona y las intervenciones de Sergio Rico han permitido al Sevilla seguir vivos en el descanso, nada más iniciarse la segunda mitad la cosa ha cambiado completamente. 34 segundos ha tardado el conjunto local en golpear moralmente al Girona. Primera jugada, pase al espacio para Correa y Sarabia marca sobre la línea de gol.
El Girona ha salido a jugar medio dormido, después de la lesión de Pere Pons, y ha acabado muy tocado con el primer y único gol del Sevilla. Los catalanes han seguido buscando el gol sin detenerse, y los andaluces han intentado aprovechar los espacios.
La igualdad y la exigencia, sin embargo, han vuelto a definir el partido. Actitud no ha faltado en ningún momento en el conjunto de Machín ni en el de Montella. Portu se ha convertido en la última bala del Girona, pero nada más ha cambiado. Els gerundenses han seguido intentándolo, y el Sevilla ha mantenido la gasolina.
Derrota por la mínima en Sevilla, contra un rival directo, pero las nuevas aspiraciones europeas de los catalanes siguen bien vivas. Buen papel del Girona en el Pizjuán, pero esta vez no ha habido recompensa final.