Esta mañana el Barça ha presentado en la sede de Foment del Treball un informe de la consultora PricewaterhouseCoopers (PwC) en que han reconocido al club blaugrana como un motor económico fundamental de Barcelona y también de Catalunya. Pero el problema no ha sido este, sino que ha llegado cuando después del acto ha formalizado su adhesión a la patronal.

Josep Maria Bartomeu ha ido directamente y se ha adherido a Foment. La patronal catalana Anem per Feina ha salido al paso de la decisión del Barça: "El Más que un club' ha dejado de tener sentido en el momento en que se posiciona al lado de una patronal que no defiende los intereses de Catalunya y lo hace sin consultar a sus socios". Y también se ha añadido la Assemblea Nacional Catalana, que define a Foment como "una patronal que ha dado la espalda a las reivindicaciones mayoritarias de la sociedad catalana".

El sentido de una queja que también ha hecho, por ejemplo, el presidenciable Víctor Font.

No ha habido consulta a los socios, ni en la anual asamblea de compromisarios, y Bartomeu ha tomado una decisión en cierto sentido muy importante a nivel de posicionamiento de club.

Bartomeu ha decidido por todo el barcelonismo y queda otra vez a merced de los socios enfadados. Le queda un año y medio de mandato si no se convocan elecciones anticipadas este próximo verano.