Álvaro Carreras y Dean Huijsen protagonizaron su peor partido desde que llegaron al Real Madrid este verano, y fueron dos de los grandes señalados por la humillante derrota contra el Atlético de Madrid. Pero ambos siguen contando con la absoluta confianza de Xabi Alonso y de la afición, que ya los considera como ídolos, y han llegado a ser comparados con leyendas de la entidad como Roberto Carlos y Sergio Ramos.
Todavía son muy jóvenes, y se vieron superados por el ambiente que había en las gradas del Metropolitano, y por la presión que supone jugar su primer derbi. Se les vio especialmente nerviosos y erráticos, sobre todo, al lateral zurdo, que salió derrotado en su particular duelo con Giuliano Simeone. Sin embargo, esto no oculta el fantástico inicio de campeonato que estaban firmando, y la increíble y rápida adaptación que han tenido al Santiago Bernabéu.

Además, el principal perdedor del partido contra el conjunto ‘rojiblanco’ no fueron ninguno de los dos defensas, sino otro compañero que también tuvo una actuación nefasta. De hecho, hay mucha gente que asegura que no había recibido críticas previamente por los magníficos resultados que el equipo había obtenido hasta el momento, y gracias a compañeros como el ‘24’ y el ‘18’, que habían ayudado a disimular sus carencias.
Pero el nombre de Aurelien Tchouaméni nuevamente está en el punto de mira. Con Carlo Ancelotti, fue siempre imprescindible en los sistemas, beneficiándose también de las lesiones que había, y llegando a jugar como central durante mucho tiempo. Y, sorpredentemente, para Xabi ha seguido siendo un fijo en las alineaciones del Madrid, convirtiéndose en el socio habitual de Fede Valverde en el centro del campo. Una cosa que puede cambiar pronto.

Y es que contra el Atleti, quedó reflejado que si Carreras o Huijsen tienen un mal día, o también el astro uruguayo, el ex del Girondins de Burdeos y del AS Mónaco es incapaz de ser útil, y es propenso a cometer errores muy graves.
La llegada de un nuevo mediocentro pone en peligro a Tchouaméni
Hay que recordar que Tchouaméni llegó al Madrid con la vitola de refuerzo galáctico, como una apuesta personal de Florentino Pérez, que pagó más de 80 millones de euros por sus servicios. Una inversión que nunca ha sido capaz de justificar.
Y si próximamente firman a un nuevo mediocentro, como exige Alonso, su condición de titular estaría en serio peligro.