La dolorosa derrota del Barça contra el Paris Saint-Germain puede dejar más consecuencias de las imaginables. Evidentemente, el conjunto blaugrana se quedó a las puertas de unas semifinales que le habrían reportado un gran beneficio económico, gracias al premio que da la UEFA por pasar de ronda ante el club presidido por Nasser Al-Khelaïfi, de autoestima para los jugadores y de prestigio para el club. Con la expulsión de Ronald Araujo, todos estos deseos se esfumaron.

Además de todos estos beneficios que obtenía el Barça de esta victoria, Joan Laporta también conseguía tiempo para planificar la próxima temporada mientras la afición se mantenía ilusionada con la Champions League. Y es que el presidente blaugrana veía en el pase a semifinales una oportunidad para convencer a Xavi Hernández.

Xavi Hernández enfadado Barça / Foto: EFE
Xavi Hernández, enfadado durante el partido contra el PSG / Foto: EFE

Xavi pierde el crédito que le quedaba

Desde que Xavi anunció su dimisión, tras la dura derrota contra el Villarreal (3-5), el Barça había acumulado 13 partidos seguidos sin perder. Unos números que no se veían desde el principio de temporada, cuando acumuló la misma cantidad de partidos invicto, hasta que perdió el primer Clásico de la temporada. Una racha que permitía a Xavi respirar y a Laporta seguir peleando por convencerle de que quedarse era la mejor opción.

Pero, como ha ocurrido otras veces, el PSG se cargó los planes del Barça. Ya son muchas las veces que Al-Khelaïfi ha hecho todo lo posible por complicarle la vida al club blaugrana. En 2017 pagó la cláusula de Neymar, quedándose con una de las mayores estrellas del mundo e iniciando un ciclo de autodestrucción en Barcelona. En el primer año de Laporta, tras la salida de Josep Maria Bartomeu, se quedó con el gran ídolo culé, Leo Messi. Esta temporada, se hizo con los servicios de Ousmane Dembélé, siendo el francés la figura más destacada de la eliminación blaugrana.

Ousmane Dembélé celebración gol Barça PSG / Foto: EFE
Ousmane Dembélé celebrando su gol contra el Barça / Foto: EFE

El Clásico como la última oportunidad

Tras quedar eliminados de la Champions, al Barça solo le queda la esperanza de luchar por la Liga ganando en el Santiago Bernabéu, en el que será el último Clásico de la temporada. Aunque Xavi confía en poder seguir luchando por el título, las opciones que quedan a falta de 6 jornadas son reducidas.

Con la negativa de Xavi de cambiar su decisión, a Laporta no le queda otro remedio que buscar un sustituto. El técnico de Terrassa ya había dejado claro en público que no daría marcha atrás, pero en la directiva confiaban que los resultados le animarían a seguir. Una vez esto no es posible, Deco tendrá que ponerse manos a la obra para convencer a Hansi Flick, o recurrir al recurso seguro de Rafa Márquez.