El Tanatorio de Sants triplicó la facturación el año pasado pero sin abandonar las pérdidas. Esta instalación de servicios funerarios, que abrió en julio de 2023 en el local que había sido un Happy Park, continúa generando oposición vecinal.

Según las cuentas de Funeraria San Ricardo, como se llama la empresa gestora, el año pasado facturó 1,4 millones de euros, casi tres veces más que los 526.000 euros de 2023, si bien este fue un ejercicio incompleto porque abrieron en julio. Y respecto al resultado, el año pasado redujeron las pérdidas a 118.000 euros, menos del doble de los 276.000 euros del ejercicio anterior.

Funeraria San Ricardo está controlada por la familia barcelonesa Albiol Almirall. En estos momentos, sus administradores solidarios son los hermanos Enrique y Alejandro Albiol Almirall, si bien quien está detrás es su padre, Enrique Albiol Biosca, empresario vinculado al sector de los seguros de decesos. El socio mayoritario (propietario) es la sociedad Long Forever Trust, administrada por el mismo Albiol Biosca.

Al cierre de 2024, Funeraria San Ricardo mantenía contratos de arrendamientos financieros por las instalaciones del tanatorio por un importe de 242.000 euros; por las furgonetas de traslado de los difuntos, 38.000 euros; y por los vehículos funerarios, 176.000 euros, que son las mismas cantidades que un año antes. De un año para otro, el tanatorio ha pasado de tener nueve empleados a 19.

El Tanatorio de Sants está situado en la antigua fábrica Germans Climent, en la calle Comtes de Bell-lloc, un edificio catalogado como Bien Cultural de Interés Local. Antes de que se convirtiera en un tanatorio, durante muchos años funcionó como Happy Park, de hecho fue el primer chiquipark de Barcelona.

Los vecinos se opusieron a la instalación del tanatorio con protestas en la calle y por la vía del contencioso-administrativo, pero eso no impidió que el anterior gobierno municipal concediera la licencia de actividad. Posteriormente, en verano de 2023, el Ayuntamiento de Barcelona aprobó el Plan Especial Urbanístico para la implantación o ampliación de equipamientos funerarios, por el que se regulan los nuevos tanatorios en la ciudad. Esta regulación establece que deben situarse cerca de cementerios, concretamente a una distancia no superior a diez minutos a pie, aproximadamente un kilómetro. Esta normativa impediría ahora un tanatorio como el de Sants, pero no afecta a los que ya tienen licencia o habían iniciado su tramitación con anterioridad como este. El Tanatorio de Sants es el último que ha abierto en Barcelona y la actual normativa impide que otras compañías puedan hacerlo en el centro de la ciudad.

Funeraria San Ricardo opera con las marcas Proxima Serveis Funeraris y Tanatori de Sants. También han registrado Últim Adeu, Tanatori de l’Eixample y Tanatori Horta-Guinardó.