El FC Barcelona siempre ha destacado por mal vendedor. Pocos son los presidentes y las juntas directivas que han sabido cerrar operaciones dignas de uno de los mejores clubes del mundo. Y del mismo modo, también se han escapado algunos fichajes a precio de saldo que hubieran sido excelentes inversiones.
Así ha ocurrido con Dani Olmo. El delantero, que se encuentra triunfando en el Leipzig, salió por la puerta de atrás del Camp Nou. Y a pesar de haber estado varias veces en la órbita azulgrana para volver a precios bastante razonables, nunca se ha dado el paso. Peor aún: se han fichado peores jugadores por precios muy superiores.
Dani Olmo sale por la puerta de atrás para triunfar en Europa
Olmo recaló en en la cantera del Barça en 2008. Compartió vestuario con Carles Aleñà o Lee. Sin embargo, a falta de oportunidades en el primer equipo, terminó fichando por el Dinamo Zagreb en 2014. Y desde entonces no ha dejado de crecer como futbolista.

A lo largo de estos 9 años, Olmo ha estado en la órbita del FC Barcelona. Pero en el club siempre hubo otras prioridades. Y cuando más fuerte ha sonado para regresar a la ciudad condal fue en el mercado invernal de 2022. Entonces su cláusula era de 30 millones de euros y el futbolista contaba con suficiente madurez para reforzar el conjunto de Xavi Hernández, que hacía pocas semanas que había cogido las riendas del primer equipo. En aquel momento era incluso un fijo en la Selección Española de Luis Enrique.
Xavi prefirió a Ferran Torres por 55 millones de euros
Sin embargo, el Barça prefirió a Ferran Torres, por el que pagó 55 millones de euros al Manchester City. Un Torres que, como bien saben todos, no ha dado ni una mínima parte del rendimiento que se le esperaba.
Puede que ahora el Barça vuelva a tener a Olmo en la cartera de fichajes. Sin embargo, el futbolista renovó con el conjunto alemán hasta 2027. Y aunque en la Bundesliga no se manejan cláusulas de rescisión, contratarlo costaría mucho más de esos 30 millones que costaba hace año y medio. Otro crack al que en el Barça le dicen “no” y se acaban tirando de los pelos.