Barcelona, 24 de agosto de 1936, hace 87 años, Carretera de la Rabassada. Un pelotón terrorista de la FAI (Federación Anarquista Ibérica), asesinaba al periodista Josep Maria Planes i Martí, director del semanario satírico El Be Negre" y colaborador de los diarios El Mirador y La Publicitat. Planas había investigado y denunciado los vasos comunicantes entre la FAI, la Falange Española y el crimen organizado de Barcelona, en una oscura y siniestra trama que tenía el objetivo de exterminar a los líderes del independentismo catalán. La denuncia del asesinato de Miquel Badia Capell, ex Comisario de Orden Público de la Generalitat, a manos de anarquistas y de falangistas, sería el detonante que provocaría la represalia de aquella mafia criminal. El cuerpo de Planas aparecería en una cuneta con siete balas alojadas en su cráneo.
¿Quién era Josep Maria Planes?
Josep Maria Planes i Martí había nacido en 1907 en Manresa. Sus biógrafos relatan que a los dieciocho años (1925) se trasladó a Barcelona para trabajar en varias redacciones. En la capital catalana su firma aparecería en los rotativos L’Esport Català; La Nau dels Esports, Mirador, Papitu, L’Opinió; La Ciutat, La Rambla y La Publicitat. Y dirigiría los semanarios Imatges (1930) y El Be Negre (1931-1936). Pero la gran aportación de Planas al periodismo catalán sería en el género de la investigación. Josep Maria Planes sería el introductor y el pionero del periodismo de investigación en Catalunya. Reveladoramente, los diversos trabajos de investigación y denuncia que publicó, como las series de artículos Noches de Barcelona (1931) o Gánsteres de Barcelona (1934) lo pondrían en el punto de mira del crimen organizado.

¿Cuál fue el detonante del asesinato de Josep Maria Planes?
El 28 de abril de 1936, un pelotón terrorista asesinaba Miquel Badia i Capell, miembro fundador del partido independentista Estat Català (1922), de la organización armada Bandera Negra (1925) y exsecretario y ex Comisario de Orden Público de la Generalitat (1931-1934). Miquel Badia, nombrado popularmente "el capità Collons" por su elevado grado de compromiso en el cumplimiento de su responsabilidad, fue asesinado junto con su hermano Josep en la calle Muntaner de Barcelona, muy cerca de su domicilio. Las primeras investigaciones policiales condujeron a la detención de Justo Bueno Pérez, a un pistolero anarquista que los testigos identificaron como el chófer del vehículo que habían utilizado los terroristas. Aquel crimen causó un gran impacto en la sociedad catalana de la época, y Planas decidió investigar a fondo aquella trama.
¿Qué descubrió Josep Maria Planes?
El asesinato de Miquel Badia puso sobre la palestra aquello que Planes ya había denunciado con anterioridad: la conexión entre los dirigentes anarquistas catalanes y el crimen organizado de Barcelona. Pero esta relación, que de por sí era extremadamente perversa, tenía una raíz que la convertía en siniestra. Planas había descubierto que la trama anarcodelincuencial se había forjado paralelamente al desembarque de la FAI en Catalunya, coincidiendo con la restauración del autogobierno catalán (1931). En este punto es importante destacar que la FAI fue introducida en Catalunya (1931) con el objetivo de devorar la CNT catalana y distanciar, definitivamente, el obrerismo catalán del catalanismo político. Planas denunció repetidamente que en el asesinato del "capità Collons" estaba la marca del crimen organizado de Barcelona.

¿Qué más descubrió Josep Maria Planes?
Después del asesinato de Miquel Badia —y de su hermano Josep—; el juez Emilià Vilalta i Vidal asumió la instrucción del caso. El juez Vilalta y el periodista Planes averiguaron que, durante las semanas anteriores al crimen, se había producido un sospechoso desplazamiento de grupúsculos fascistas muy violentos procedentes de Madrid, que se habían movido en torno a la residencia de Miquel Badia. El juez Vilalta ordenó la detención de Juan Segura Nieto, un expolicía vinculado al movimiento fascista "Peña Blanca" de Barcelona que tenía una extraordinaria semejanza física con el pistolero anarquista Justo Bueno Pérez; y lo puso en una rueda de identificación. La sorpresa saltó cuando algunos testigos cambiaron su versión inicial y señalaron a Segura Nieto como el chófer del vehículo que facilitó la huida a los asesinos de los hermanos Bahía.
Los vasos comunicantes FAI-Falange.
La detención de Segura Nieto puso de relieve la existencia de unos siniestros vasos comunicantes entre los dos extremos más radicales del paisaje ideológico español; la FAI de Durruti y la Falange de Primo de Rivera, con un objetivo común: el exterminio físico de los líderes del independentismo catalán. Sin embargo, a pesar de las evidencias que Planes destapaba y divulgaba; el juez Vilalta no pudo encausar a ninguno de los detenidos. El Tribunal Supremo (el mismo que había acusado de rebelión y condenado a treinta años de reclusión al Gobierno de Catalunya por los Hechos del Seis de Octubre de 1934); apartaba el juez Vilalta, y lo relevaba por el juez José Márquez Caballero, muy relacionado con la ultraderecha españolista y, posteriormente, nombrado magistrado del Tribunal Supremo del bando rebelde (1938), que archivaría la causa con la absolución de todos los encausados.

El asesinato de Josep Maria Planes
Con la derrota del golpe de Estado militar del 19 de julio de 1936, y el triunfo del golpe de Estado anarquista del 20 de julio de 1936; los dirigentes de la FAI decidieron silenciar para siempre a Josep Maria Planes. El periodista y escritor Jordi Finestres relata que Planes, consciente de que su vida corría peligro, se refugió en lugares cambiantes, hasta que fue a un piso de la calle Muntaner, esquina con la plaza de Adrià, propiedad de Mercè Devesa, novia de su amigo y también periodista y escritor, Josep Maria de Sagarra. Probablemente delatado, a las seis de la tarde del 24 de agosto de 1936, fue localizado, identificado y secuestrado por una de las llamads "Patrullas de Control" anarquistas; y conducido a la Carretera de la Rabassada, donde fue asesinado con siete tiros en el parietal izquierdo disparados a bocajarro.
