El verano es temporada de conciertos y cada concierto es una ocasión para expresar las causas justas. El fin de semana pasado, Bad Gyal expresó su apoyo al pueblo palestino durante un concierto en Borriana, en el País Valencià, en el marco del festival Arenal Sound. Muchos de sus seguidores la grabaron en vídeo mientras declaraba que "es inhumano lo que está pasando" [en la Franja de Gaza] y "no podemos mirar hacia otro lado. Me parece supernecesario ser conscientes de que mientras lo estamos pasando bien aquí hay gente en Palestina que hace años que lo está pasando muy mal". El discurso de Alba Farelo - Bad Gyal contrasta con el silencio de Rosalía, que la semana pasada se vio obligado a defender la causa palestina, es decir, a defenderse a sí misma.

Rosalía   Instagram (17)
Rosalía. Instagram. 

El diseñador Miquel Adrover contra Rosalía

Digo que vio obligada porque el diseñador Miquel Adrover anunció públicamente que no trabajaría con ella por no haber posicionado abiertamente con respecto a la cuestión palestina y a la matanza de palestinos cisjordanos. Adrover se negó a crear un vestuario para Rosalia y escribió a Instagram que si no había aceptado aquel encargo es porque "el silencio es complicidad, sobre todo cuando tienes un gran altavoz desde el cual millones de personas te escuchan cuándo cantas". Rosalia, claro está, tuvo que responder para clarificar su posición: "El hecho de no haber utilizado mi plataforma de forma alineada con el estilo o expectativas ajenas no significa en absoluto que no condene lo que está pasando en Palestina", afirmó a la cantante de Sant Esteve Sesrovires en sus redes sociales. "Es terrible ver día tras día cómo personas inocentes son asesinadas y los que lo tendrían que detener no lo hagan", añadió. También hizo un llamamiento a señalar "hacia los que deciden y tienen poder de acción" en lugar de hacerlo entre los artistas. Así y todo, la base de fans parece que no se creen la cantante, y consideran que su crítica en Palestina llega tarde y mal, como una simple reacción refleja: la han obligado a posicionar, y ahora que lo ha hecho les parece poco creíble. Las acusaciones son cruzadas: hay quién cree que Rosalía no ha estado nunca lo bastante contundente con la defensa palestina, y también hay quien sospecha de las intenciones de Miquel Adrover, que ha hecho saltar la polémica justo cuando estrenaba un documental sobre su trayectoria, The designer is dead.

El Sónar y el Primavera

Todo ello hace una peste de chamusquina difícil de soportar y recuerda a la polémica que hubo en verano sobre el Primavera Sound y el Sònar: el Primavera optó por convertir Gaza en una experiencia más del festival, con un túnel dentro del cual sonaban bombas; el Sònar, en cambio, no solo no posicionó, sino que, cuando|cuándo se descubrió que uno de sus patrocinadores era el fondo de inversión Kohlberg Kravis Roberts (KKR), al que se acusó  de dar apoyo en Israel, muchos artistas optaron por negarse a actuar.

¿Es mejor correr el riesgo de ser "frívolos" o es mejor evitar posicionar?

Tanto en el caso del Primavera Sound como del Sònar la opinión pública estaba dividida: ¿es demasiado frívolo, incorporar la memoria del genocidio en un contexto de fiesta y desenfreno? ¿Es mejor correr el riesgo de ser "frívolos" o es mejor evitar posicionar? En aquel momento, los organizadores del Sònar se aclaró que los artistas tenían carta blanca para denunciar lo que creyeran conveniente encima del escenario. En última instancia, pero el Sònar no solo no perdió público, sino que contó con la asistencia de 7.000 personas más que en la edición anterior.

Las divas del pop son propalestinas

La cantante catalana Aitana, que pronto estrenará gira, también se añadió a la cuestión a finales de julio. Fuera del mundo hispánico, también se han posicionado en favor de Palestina las cantantes Taylor Swift y Selena Gómez. El cantante de hip-hop Kendrick Lamar, que estuvo en Barcelona hace pocos días, también es uno de los muchos artistas que han llevado la bandera en Palestina a sus conciertos, en concreto durante el espectáculo que hizo en el marco de la Super Bowl, cuando uno de sus bailarines exhibió la bandera palestina y la sudanesa, que son muy parecidos. Para los despistados, el Sudán hace años que está inmerso en una guerra civil parcialmente alimentada por los Emiratos Árabes Unidos, que alimentan al señor de la guerra Hemeti en contra del gobierno sudanés oficial liderado para el Burhan a cambio de la extracción y el lucro con minerales.

En los años sesenta, el mítico festival de Woodstock se convirtió en un alegato en contra de la guerra de Vietnam

Cuando los artistas posicionan

¿Qué pasa con la defensa pública de Palestina por parte de músicos y cantantes? ¿Es una excepción o es la regla? Más bien es la norma. Antes de la defensa de Palestina muchos otros músicos han posicionado por otras causas que consideraban justas. Eso sí: la canción protesta empieza con bastante sobre todo a partir de la segunda mitad del siglo xx, con el inicio de la cultura de masas, es decir, con la expansión de la radio y de la televisión. En los años sesenta, el mítico festival de Woodstock se convirtió en un alegato en contra de la guerra de Vietnam; más adelante, artistas como Bob Dylan o John Lennon posicionaron en contra del apartheid en Sudáfrica, y la cantante sudafricana Miriam Makeba dedicó unas cuantas canciones. En Catalunya, la canción protesta en contra de la dictadura franquista se popularizó poco antes de la Transición, con Lluís Llach y L'estaca como exponente principal o paradigmático. 

Antes los artistas posicionaban: ahora se les obliga a posicionar, y todo queda bien envuelto por el marketing

Antes de Woodstock, y volviendo a los EE.UU., artistas como Johnny Cash o incluso Elvis Presley ya habían posicionado en favor de la igualdad racial y los derechos civiles de los indígenas norteamericanos, por ejemplo. La cantante de jazz Billie Holiday incluso dedicó una canción sobre los linchamientos de los negros, su Strange fruit, que llegó a cantar ante|delante de un público exclusivamente blanco: los negros podían actuar encima de los escenarios, pero no eran invitados a disfrutar de la velada como espectadores. La "fruta extraña" a que se refería Holiday, por cierto, es el cuerpo de un negro en quien se ha colgado de un árbol.

¿Qué ha cambiado?

Los músicos posicionan desde la Grècia d'Homer, y sobre todo desde que el mundo es como lo conocemos hoy: la comunicación de masas hace posible que los mensajes corran rápidamente, y los cantantes tienen el poder de concienciar a su público e incluso de representarlo ideológicamente. Pero las redes sociales parece que han llevado|traído la cuestión reivindicativa un punto performativo más allá: ahora no solo puedes posicionarte como a cantante, sino que el público (o un diseñador que curiosamente acaba de sacar un documental sobre sí mismo) elección si es lícito que no te manifiestes a favor de una causa o no. Antes los artistas posicionaban: ahora se les obliga a posicionar, y todo queda bien envuelto por el marketing, de manera tal que cuesta discernir quien se manifiesta por una causa y quien se ve obligado a hacerlo.