Savannah (colonia británica de Georgia, actualmente Estados Unidos), 18 de octubre de 1779. El ejército independentista norteamericano (denominado también Ejército Continental) se retira después de haber rodeado y asediado —sin éxito— la ciudad. Aquella sería una más de las veintiuna batallas de la Guerra de la Independencia norteamericana (1775-1783); pero sería el bautizo de fuego —en el continente americano— del capitán Jordi Ferragut i Mesquida (Ciutadella, Menorca, 1755 – Point Plaguet, Misisipi, 1817). En el transcurso de aquel conflicto, Ferragut, piloto de navegación formado en la Escola Nàutica de la Llotja de Barcelona, se convertiría en uno de los héroes de la independencia norteamericana y en el iniciador de una estirpe de militares que tendrían una destacada participación en la historia de los Estados Unidos.

Mapa de Menorca (1752). Fuente Cartoteca de CatalunyaMapa de Menorca (1752) / Fuente: Cartoteca de Catalunya

¿Quién era y de dónde venía Jordi Ferragut?

Jordi Ferragut había nacido en Ciutadella (Menorca) el año 1755, durante la etapa de dominación británica de la isla (1706-1802), en una familia de comerciantes. La biografía de Ferragut nos revela que, a diferencia de sus ancestros, era un hombre de acción. Y con tan sólo quince años lo encontramos enrolado a la marina de guerra rusa combatiente en la batalla de Çeşme (delante de los muros de Estambul) contra la armada turca (1770). Ferragut, muy probablemente, habría ido a las cubiertas de los barcos de la zarina Catalina la Grande, siguiendo los llamamientos por todo el Mediterráneo del general Josep de Ribas i Boyons, un catalán nacido en Nápoles, al servicio de Moscú, y fundador de la ciudad portuaria de Odesa (1795). Este es un detalle importante porque nos revela que Ferragut, cuando se enrola en el ejército de Carolina (1776), venía precedido de una cierta experiencia militar.

Ferragut en la Escuela Náutica de Barcelona

También su biografía nos revela que Ferragut era aquello que en catalán decimos un “cul d’en Jaumet, que ni sap seure ni sap estar quiet”. Y que muy probablemente era, también, el gran quebradero de cabeza de sus progenitores. Les debió costar mucho; pero, finalmente, lo convencieron para sumar vocación y formación, y lo enviaron a estudiar. No en Inglaterra, sino en Catalunya. Un detalle muy revelador, que pone de relieve la ideología de las élites menorquinas de la época. Ferragut sería alumno de la primera promoción de pilotos de navegación de la recién creada Escuela Náutica de Barcelona, promovida por la Junta de Comerç de Catalunya (heredera del Consolat de Mar), y situada en la también recién recuperada Casa de la Llotja. Ferragut, recién titulado, iniciaría su nueva carrera profesional en La Habana (capital de la, entonces, colonia hispánica de Cuba).

Representació del Asedio de Savannah. Autor y fecha desconocidos. Fuente National Archives. U.S.A.Representación del Asedio de Savannah. Autor y fecha desconocidos / Fuente: National Archives. Estados Unidos

Ferragut en América

Durante un tiempo, no demasiado largo (otra vez el "cul d'en Jaumet"), y que sus biógrafos calculan en torno a un año (1776), sirvió en un barco mercante que cubría el triángulo La Habana-Nueva Orleans-Veracruz. Cómo llegó hasta Carolina —la colonia británica donde inicia su relación con los independentistas americanos— es, todavía en la actualidad, un misterio. Pero las investigaciones apuntan que se habría producido en el transcurso de un viaje de contrabando. Las guerras siempre han sido grandes consumidoras de productos de contrabando, sobre todo armas, y las "trece colonias" ya habían iniciado el viaje que las conduciría a la independencia. Está documentado que a finales del año 1776, Ferragut se había alistado como voluntario en la Armada Naval de Carolina, y que le había sido otorgado el grado de teniente, probablemente por la experiencia que aportaba de su etapa rusa.

Ferragut, oficial del ejército independentista americano

Durante aquel conflicto armado (1775-1783), Ferragut participó en un mínimo de cuatro enfrentamientos: los asedios de Savannah (1779) y en Charleston (1780) —que se saldaron con sendas derrotas para el ejército revolucionario—, y las batallas de Cowpens y Wilmington (1781), con victoria americana que cambió radicalmente el curso de aquella guerra. Precisamente en Charleston (la última derrota revolucionaria), fue encarcelado, y pasó una buena temporada en un penal británico. Unos meses más tarde sería reclamado por sus superiores en un intercambio de prisioneros; y, de nuevo, lo encontramos en el campo de batalla de Cowpens. Y aquí es donde la raya que separa historia y leyenda se hace difusa. Según algunos historiadores, Ferragut salvó la vida del general George Washington. Es decir, que su intervención resultaría providencial para el curso de la historia norteamericana.

Mapa de las Trece Colònies (1775). Fuente Cartoteca de CatalunyaMapa de las Trece Colonias (1775) / Fuente: Cartoteca de Catalunya

La polémica colonización de Ferragut

En cualquiera de los casos, tanto si salvó la vida de Washington como si este detalle forma parte de la leyenda, las fuentes documentales confirman que la participación de Ferragut en aquel conflicto le valió la condición de héroe. Al fin del conflicto (1783), el primer gobierno independiente de los nuevísimos Estados Unidos lo habría reconocido —como salvador o no del primer presidente— recompensándolo con una extensa propiedad en Tennessee: tres millones de acres (unas 1.200 hectáreas) sobre el territorio de la nación Cheroqui. De nada les sirvió que, durante la revolución americana, se hubieran posicionado al lado de Washington. Nadie parecía dispuesto a respetar las "fronteras" entre indios y blancos. Expulsados de sus tierras de caza y masacrados por las enfermedades europeas, la llegada de Ferragut, significaría el principio del fin de la nación Cheroqui.

El hijo de Ferragut

Otro testimonio de aquella trágica colonización se la actual ciudad de Farragut, en el extremo este del estado de Tennesse, cerca del límite con el estado de Carolina del Norte. Farragut fue fundada el año 1787 por el mismo Jordi. Allí se casó con Elizabeth Shine, hija de unos colonos escoceses que se habían instalado en el territorio antes de la guerra, y que habían sido unos de los fundadores de la ciudad vecina de Knoxville. Jordi y Elizabeth serían los padres de David Farragut (nacido en 1801) que, siguiendo la tradición iniciada por Jordi, haría carrera en la marina norteamericana, y se convertiría en un héroe de la Guerra de Secesión (1861-1865), combatiendo con el ejército de la Unión. David Ferragut sería el primer almirante de la historia naval norteamericana, y continuador de la estirpe Ferragut, que con sus luces y sus sombras, contribuyeron a construir el país.

Representació de la Batalla de Cowpens. William Ranney (1845). Al centro y de espalda Washington y a su izquierda Ferragut. Fuente Wikimedia Commons

Representación de la Batalla de Cowpens. William Ranney (1845). Al centro y de espalda Washington y a su izquierda Ferragut / Fuente: Wikimedia Commons

¿Ferragut, español?

Si bien es cierto que la cancillería del rey español Carlos III apoyó la causa revolucionaria americana (no por simpatía con la causa independentista, sino con el propósito de perjudicar la Pérfida Albión), y destinó fuerzas armadas, Ferragut no formaba parte de este mundo y no fue nunca español. La historiografía española cita "a Jorge Ferragut" como "un héroe español de la independencia americana", pero la realidad es que no tuvo nunca ninguna relación con España. Al margen de su cultura catalana de nacimiento y de forma norteamericana de adopción, Ferragut nació, creció y navegó como súbdito de los reyes Jorge II y Jorge III de Gran Bretaña. Con el intervalo que sirvió a Catalina II de Rusia. Y combatió, tuvo hijos y murió como ciudadano de los Estados Unidos.

 

Imagen principal: Retrato de Jordi Ferragut / Fuente: Naval History and Heritage. Washington