La tensión pública entre J. K. Rowling, autora de la popular saga Harry Potter, y Emma Watson, actriz que en las adaptaciones cinematográficas interpretó el papel de Hermione Gallager, uno de los personajes centrales de la historia, ha vuelto a estallar. La escritora ha respondido con dureza recientemente a un comentario de la actriz en el que Watson decía que, a pesar de no compartir las opiniones de Rowling sobre identidad de género, aún la valoraba como persona con la que había vivido experiencias importantes".
A pesar de no compartir las opiniones de Rowling sobre identidad de género, aún la valoraba como persona con la que había vivido experiencias importantes
Rowling ha replicado a través de X con un mensaje muy duro: "Tiene tan poca experiencia en el mundo real que ignora lo ignorante que es". Según Rowling, Watson —y Daniel Radcliffe (actor que en la gran pantalla dio vida a Harry Potter), que también se ha mostrado siempre muy crítico públicamente con el ideario sobre género de Rowling— han asumido, en los últimos años, que, por el hecho de haber actuado en las películas de Harry Potter, tienen una especie de obligación de criticar las creencias de la autora. Rowling apunta que esta crítica pública se basa en un sentimiento de privilegio y de poca experiencia de la vida real sin fama ni recursos.
Los antecedentes del conflicto
Las discrepancias datan de hace años. Watson ya se había distanciado públicamente después de que Rowling expresara opiniones críticas con algunos aspectos de la identidad de género. Watson ha defendido que “las personas trans son quienes dicen ser y merecen vivir sin que se les cuestione constantemente”. Una de las escenas que Rowling cita como punto de inflexión es un discurso de Watson en los BAFTA 2022, donde Watson dijo “I’m here for all of the witches” (estoy aquí por todas las brujas), frase que Rowling entiende como un comentario velado hacia sus creencias. Rowling recuerda que, en aquel momento, ella atravesaba una situación complicada: amenazas a su seguridad personal relacionadas con sus opiniones sobre género. También menciona una nota manuscrita que Watson le hizo llegar, diciéndole “I’m so sorry for what you’re going through” (siento mucho todo lo que estás pasando), que Rowling considera insuficiente teniendo en cuenta la magnitud del problema.
Watson ha argumentado reiteradamente que discrepancia no quiere decir odio, y que no cree en la “cancelación”. La actriz ha expresado que su deseo es poder mantener afecto y respeto por Rowling a pesar de tener convicciones diferentes. Watson ha manifestado que nunca ha querido que esto degenere en una ruptura irreconciliable, sino más bien esperar que el diálogo fuera posible, aunque sabe que es difícil.
Watson y otros actores se han convertido en voces de apoyo a las personas trans
La controversia es una nueva muestra de la división que existe entre posiciones denominadas “gender-critical” (críticas con algunas de las ideas de la identidad de género tal como se debaten actualmente) y las posturas trans-inclusivas. Rowling reclama reconocimiento del sufrimiento que ella asocia con estas posturas y critica que los actores, según su visión, participen en discursos públicos que ella considera que minan los derechos de las mujeres. Watson y otros actores se han convertido en voces de apoyo a las personas trans.