Adictivo, se puede practicar al aire libre y divertido. Estas son tres de las características que más utiliza la gente para referirse al surf, uno de los deportes más demandados en verano y que, además es apto para todos los públicos: lo único que necesita una persona que quiere empezar a practicarlo es iniciarse en una escuela cualificada para reducir el riesgo de lesiones aprender antes y disfrutar solos de las olas.

Es cierto que el surf requiere ciertas cualidades físicas, especialmente un trabajo de fuerza mayor del tren superior (espalda, pecho, hombros, abdomen y brazos), indispensables para remar al adentrarnos en el mar y para la puesta en pie. Pero este requerimiento no es un impedimento para practicarlo. Se puede solventar con un uso adecuado de materiales, sobre todo con tablas de gran volumen que permitan flotar y ganar estabilidad.

Surf, un clásico de cada verano

Además el surf puede adaptarse a circunstancias particulares, como la presencia de hernias discales. Tras quitar el dolor, estos pacientes pueden iniciarse en cualquiera de las modalidades del surf, como por ejemplo en bodyboard, donde la postura en tumbada.

Surf
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¿Medicamentos? No, deporte

Y es que existe un motivo de peso para probar este deporte, los beneficios que tiene para la salud. A grandes rasgos, practicar surf ayuda a mejorar la coordinación y el equilibrio a la vez que tonifica los músculos y aumenta la capacidad cardiorrespiratoria y la resistencia.

Otros beneficios físicos, como que el agua salada ayuda a limpiar las fosas nasales o la exposición solar que además de aumentar la adquisición de vitamina D ayuda en problemas como la psoriasis.

A esto se le suman los beneficios psicológicos, como la reducción del estrés. Practicar deportes en el medio natural acentúa la sensación de bienestar que se obtiene con la segregación de endorfinas.

Además es una terapia buena contra el dolor, por lo que se recomienda en pacientes con fibrosis quística, por ejemplo, tal y como ha promovido la campaña #SurfingEsVida que llevó adelante la Federación Española de Surf, junto personas con esta patología.

Además, los expertos cuentan que hay médicos que prescriben practicar surf como tratamiento a algunas enfermedades. Los problemas más comunes entre los pacientes pueden ser sobrepeso, diabetes, hipertensión arterial, dolores en la espaldadepresión y ansiedad.

Respecto a las contraindicaciones, algún experto afirma que serían muy puntuales: gente que no sepa nadar (aunque no sería determinante si se mantiene con el agua por las caderas), o con patologías específicas que no lo permita un médico. Si hubiera algún tipo de discapacidad motora o intelectual, no sería un problema, sólo habría que adaptar el número de monitores o el material.