Un nuevo estudio realizado por investigadores de la Universidad de Kent y la Universidad Goethe de Frankfurt ha demostrado que la variante ómicron del SARS-CoV-2 es menos efectiva que la delta a la hora de bloquear un mecanismo de defensa celular contra los virus. Aunque, por otro lado, tiene más habilidad para escapar de la protección inmunológica de las vacunas y las infecciones previas.

Según los expertos, la variante ómicron es particularmente sensible a la inhibición por la llamada respuesta de interferón, una respuesta inmunitaria inespecífica que está presente en todo el cuerpo.

El estudio de cultivo celular también demostró que ómicron sigue siendo sensible a ocho de los fármacos antivirales y candidatos a fármacos más importantes para el tratamiento de la covid-19. En concreto, EIDD-1931 (metabolito activo de molnupiravir), ribavirina, remdesivir, favipravir, PF-07321332 (nirmatrelvir, ingrediente activo de paxlovid), nafamostat, camostat y aprotinina.

Según el profesor Martin Michaelis, de la Facultad de Biociencias de la Universidad de Kent, “este estudio proporciona por primera vez una explicación de por qué es menos probable que las infecciones por ómicron causen una enfermedad grave. Esto se debe a que ómicron, a diferencia de delta, no actúa de forma eficaz”.

Hombre covid

El profesor Jindrich Cinatl, del Instituto de Virología Médica de la Universidad Goethe, agregó: “Aunque los experimentos de cultivo celular no reflejan exactamente la situación más compleja de un paciente, nuestros datos brindan evidencia alentadora de que los medicamentos antivirales contra el covid-19 disponibles también son efectivos contra ómicrón”.

La cuestión de la letalidad del virus está bajo estudio. Las especulaciones previas sostenían que el aumento de la misma tras la primera ola fue impulsado por la variante alfa (B.1.1.7) del virus SARS-CoV-2, que era más infeccioso que las variantes previamente generalizadas en el Reino Unido. Sin embargo, el nuevo análisis sugiere que la letalidad aumentó en un grado mayor de lo que habría tenido en cuenta la variante alfa, y que el aumento de la letalidad comenzó antes de que la variante alfa se generalizara.

Estos hallazgos sugieren que, si bien las variantes contribuyen a aumentar la letalidad, también entran en juego otros factores que determinan la gravedad de la enfermedad. Se necesitarán más investigaciones para identificar esos factores.