El pasado 13 de octubre empezaron las obras de urbanización del lado mar de la Gran Via de les corts Catalanes entre la plaza de las Glòries y la rambla del Poblenou, y por eso aprovecharemos este Barcelona Exprés para explicaros el conjunto de esta intervención, pero especialmente su punto más polémico, el desvío del trazado del tranvía.

 

Primero de todo, hay que señalar que esta parte de la Gran Via en el lado Besòs es justo la que queda por encima de los túneles de Glòries, de modo que una vez que la avenida quedó libre de tráfico era cuestión de tiempo que se reurbanizara de manera definitiva configurando un paseo para peatones. De hecho, se hizo una primera intervención de urbanismo táctico poco agradecida y un tanto estrambótica que generó muchas molestias a los vecinos, incluidas unas tirolinas que se tuvo que cerrar por las noches para evitar usos incívicos. En enero de 2024 empezaron las obras del lado montaña, que ya se han dado por terminadas, y por eso ahora empiezan las obras del lado mar.

Esta segunda fase de obras, que servirá para pacificar por completo esta parte de la Gran Via, incluye un discutido trazado en zig-zag del tranvía, que hasta ahora entraba directo en la plaza de las Glòries a la altura de la calle Badajoz, donde aún hay restos de la parada fantasma de la Farinera. La parada quedó fuera de uso con la nueva estación del centro de las Glòries. 

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En concreto, el nuevo trazado incluye un doble giro para que las líneas T5 y T6 del TramBesòs se incorporen a las vías de la avenida Diagonal, de manera que, en el futuro, las tres líneas, incluida la T4, se incorporarán por el mismo trazado a la plaza de las Glòries, de manera que quedará libre de vías la Gran Via en el primer tramo de esta avenida desde la plaza. De esta manera habrá un solo punto de conexión entre las Glòries y la Diagonal. Actualmente, las vías del tranvía confluyen en la misma plaza, lo que genera dos cruces de vías con la calle de Badajoz.

El objetivo de todo esto es favorecer el paso de los peatones desde el sector Besòs de la Gran Via a la plaza de las Glòries, pero solo el tiempo dirá si forzar este zigzag habrá sido la mejor solución posible. Eso sí, el conjunto de las obras de reurbanización de la banda mar de la Gran Via tendrá un coste importante: 32 millones de euros. Más o menos, el triple de lo que ha costado hacer el lado montaña.