Una de cada cuatro spin-offs tecnológicas que se crean en España surgen en Catalunya. De modo que este 28,2% coloca a Catalunya al frente del Estado español, por delante de Madrid (23,7%). Ambas regiones tienden a la creación de un número más importante de empresas derivadas porque acogen las principales universidades y centros de investigación del país. Les siguen la Comunidad Valenciana (11,1%), Andalucía (9,5%) y el País Vasco (7,4%). Esta es una de las principales conclusiones del informe El ecosistema de spin-offs deep tech en España 2025, elaborado por Mobile World Capital (MWC).

Del nuevo tejido de empresas emergentes tecnológicas, Catalunya destaca en proyectos tecnológicos (deep tech) relacionados con biotecnología y salud; Madrid sobresale en ámbitos como la salud y las TIC, y el País Vasco en proyectos relacionados con energía e industria 4.0.

El estudio presentado este lunes recoge la evolución del sector en el último año. El balance es favorable, dado que el ecosistema de empresas tecnológicas surgidas de universidades y centros de investigación ha crecido un 3,6% en 2024, hasta sumar un total de 1.007 spin-offs deep tech activas actualmente en España, respecto de las 972 de 2023. En cuanto al negocio que genera el sector, los datos del estudio sitúan en 1.400 millones de euros la facturación anual de las spin-offs deep tech estatales.

Energía y recursos es el sector con más ingresos medios

Si se desglosa este apartado, los ingresos económicos varían significativamente según la especialización tecnológica y año de constitución de cada empresa derivada. Así pues, energía y recursos es el sector con más ingresos medios (223.000 euros), seguido de Industria 4.0 (124.500 euros) y TIC (121.500 euros). En cuanto a las fuentes de financiación, el informe de MWCapital destaca que más de la mitad de las spin-offs analizadas se financian con fondos públicos y privados (61%), mientras que prácticamente una de cada tres empresas cuenta con financiación exclusivamente pública (26%) y un 13% recurre solo a la financiación privada.

Estas cifras son el reflejo de un ecosistema con muchas pequeñas empresas, en fase de crecimiento, intensivas en conocimiento, con potencial para crear empleo cualificado y fortalecer la autonomía tecnológica del país, según el estudio. En cuanto a su especialización en tecnologías, el 54% de las spin-offs se agrupan en tres dominios: biotecnología (19,8%), TIC (17,4%) y salud (16,7%).

Para el director general de MWCapital, Francesc Fajula, "el informe ofrece la primera radiografía de un ecosistema estratégico para el posicionamiento del país en el ecosistema tecnológico global: la generación de empresas basándose en investigaciones científicas y académicas es la principal fuente de soluciones tecnológicas disruptivas y con impacto en sectores clave, como la biotecnología, la energía, la salud o la robótica, entre muchos otros".

El estudio también recoge que más de dos tercios del total de spin-offs han nacido en las universidades españolas (67%), con las públicas como principal incubadora (64,1%). En línea con el peso que tiene Catalunya, destaca la Universidad Politécnica de Catalunya (UPC) con el 6,3%, y la Universidad de Barcelona (UB), con el 2,2%. Les siguen los centros de investigación (18%), los centros tecnológicos (7%) y los institutos de investigación sanitaria (8%).

Entre las spin-offs en España, aquellas que emplean a más profesionales se dedican al sector de la Energía y recursos, con una media de 28,1 trabajadores por empresa derivada; seguidas por las de TIC e Industria 4.0, con 16,5 y 14 trabajadores de media, respectivamente. En global, ofrecen salidas profesionales atractivas para el talento investigador y de alto valor, con un total estimado de 13.456 puestos de trabajo directos creados.

Más del 70% de las spin-offs en España se alinean con tres misiones: vida saludable y autónoma (33,8%), soberanía tecnológica y digitalización democrática (27%) y economía circular y descarbonizada (10,9%). Por otro lado, al analizar el rendimiento económico por misión y por edad de las empresas derivadas tecnológicas españolas, observa que aquellas orientadas a las misiones Economía circular y descarbonizada y Vida saludable y autónoma destacan como motores competitivos del ecosistema entre las empresas más jóvenes, junto con Alimentación sostenible y bioeconomía resiliente, según el estudio.