La revolución de la inteligencia artificial está transformando, poco a poco y silenciosamente, prácticamente todos los ámbitos. Incluso aquellos que habían permanecido casi inalterados durante siglos. Uno de ellos es la educación, donde ya estamos asistiendo a los primeros pasos de lo que probablemente será la transformación más profunda en cientos —o incluso miles— de años.

Hasta ahora, la educación se basaba en la interacción entre profesor y alumno, o más habitualmente, entre profesor y grupo clase. Esta dinámica ha evolucionado con el tiempo gracias a la tecnología: el papel, la imprenta, la pizarra, las diapositivas, los retroproyectores y, más recientemente, el PowerPoint. Pero, en esencia, el modelo ha seguido siendo el mismo: enseñar a través de relatos, generar diálogos para profundizar en los temas y consolidar el aprendizaje con ejercicios. Estas prácticas se han mantenido durante milenios. En el fondo, se trata de despertar la imaginación y la capacidad de abstracción del estudiante para transportarlo a épocas pasadas o hacerlo navegar por conceptos complejos.

El objetivo nunca del todo logrado ha sido la enseñanza personalizada: captar la atención del alumno, profundizar en aquello que más le interesa, reforzar los puntos que no ha comprendido y evaluarlo mediante preguntas y un diálogo socrático. Esta idea no es nueva. De hecho, los experimentos de Benjamin Bloom de 1984 ya demostraban que la enseñanza individualizada es mucho más efectiva que la enseñanza tradicional en grupo.

Pues bien, parece que ese ideal se está convirtiendo en realidad gracias a la IA, y ya está presente en no pocas escuelas de todo el mundo. Son los tutores de IA.

Khanmigo: el primer gran paso

El punto de partida del uso de la IA generativa como tutor inteligente llegó en 2023 con la Khan Academy, una de las primeras instituciones en utilizar ChatGPT como base. Desarrollaron Khanmigo, un tutor inteligente que ofrece enseñanza personalizada en prácticamente todas las materias de la educación primaria y secundaria. Su éxito fue fulgurante, no solo a nivel individual, sino también institucional: muchas escuelas de Estados Unidos lo adoptaron. Actualmente, más de 570 distritos escolares lo utilizan, con más de 100.000 usuarios entre estudiantes y docentes. Ya se está desplegando una nueva versión, aún más conversacional y proactiva con el alumno.

Pero… ¿son realmente mejores los tutores de IA?

El Banco Mundial realizó un estudio en Nigeria con tutores de IA durante los meses de junio y julio de 2024. Los resultados son impactantes: seis semanas con tutores de IA equivalieron a dos años de escolarización convencional.

Alpha School: un nuevo modelo educativo

En paralelo, han surgido iniciativas como Alpha School en Austin, una escuela innovadora donde los alumnos solo dedican dos horas al día a las asignaturas, apoyados por tutores de IA. El resto del tiempo se destina a actividades deportivas, debates, música, proyectos, etc. Alpha School ya cuenta con una red de centros en Texas, Arizona y Toronto, y se encuentra entre el 2% de las mejores escuelas de Texas —algo nada fácil.

Este modelo no es una excepción. En China también se están llevando a cabo pruebas piloto con tutores de IA generativa.

Dos caminos complementarios

Se están consolidando dos grandes enfoques. El primero, la sustitución directa de las clases tradicionales por tutores de IA generativa. El segundo, más integrado, incorpora estos tutores dentro del aula para complementar la labor docente, como hacen muchos de los distritos asociados a la Khan Academy.

Ambos modelos apuntan hacia una enseñanza más eficiente, con tutores que no se cansan y que pueden asegurar que el alumno comprende realmente los contenidos. Esto implica una evaluación continua y justa, sin necesidad de exámenes, y libera tiempo para muchas otras actividades formativas y creativas.

¿El futuro? ¿Grados de dos años?

Otra opción sería aprovechar esta eficiencia para reducir los tiempos formativos. ¿Podríamos plantearnos grados universitarios de dos años? Un ámbito donde la IA tendrá un gran impacto es, sin duda, la educación ejecutiva (Executive Education), donde la capacidad de aprender más rápido y de manera personalizada es una gran ventaja competitiva.

Está naciendo una nueva escuela

Estamos ante la revolución educativa más profunda que hemos vivido. Una revolución que transformará el papel del docente, la actividad en el aula y el propio concepto de escuela.

¿Serán las escuelas del futuro como Alpha School? ¿Qué modelo adoptarán países como China, Corea o Japón, obsesionados con el rendimiento académico y el aprendizaje de contenidos?

Es poco probable que estas preguntas tengan una respuesta rápida. El sistema educativo es un ámbito altamente regulado, donde la innovación se mueve en los márgenes y los cambios estructurales avanzan lentamente. Veremos velocidades muy distintas de adopción: algunos países lo incorporarán con agilidad, otros tardarán más. También veremos aumentar las diferencias educativas entre los que abracen estas tecnologías y los que no.

Mientras tanto, aquí… prohibimos las pantallas en la escuela.