Los inversores siguen mirando con lupa al sector de las criptomonedas. Después de un año caótico, con altibajos continuos y varios proyectos de criptoactivos quebrados, el mercado sigue sumido en una espiral bajista, y lo que es peor, condicionado por la negatividad que invade el mercado. 2022 prometía ser uno de los años más importantes de la historia del Bitcoin, y lo ha sido, pero por los abultados descensos en la valoración de la criptomoneda, al igual que en el resto de los activos.

Una de las conclusiones que deja el presente ejercicio es que las criptomonedas también son vulnerables a los cambios macroeconómicos. De hecho, hay analistas que creen que, por ejemplo, las subidas de tipos han sido uno de los puntos que más ha lastrado la cotización del Bitcoin. Pese a ello, no se puede pasar por alto la quiebra de FTX, o el descalabro de LUNA, que también arrastró a TerraUSD el pasado mayo. Estos dos hechos han marcado un antes y un después a la hora de valorar a las criptomonedas y, por supuesto, se han convertido en un punto de inflexión para los inversores.

El halving, una herramienta útil

Sea como fuere, hay voces que hablan de lo que está por venir en la industria cripto como posibles revulsivos del sector. Uno de esos ‘eventos’ llamados a cambiar el panorama del Bitcoin es el halving. Para muchos, se trata de uno de los acontecimientos más influyentes del sector de las criptomonedas a medio plazo. El término ‘halving’ proviene del inglés, significa reducir a la mitad. Y la realidad es que este acontecimiento no es otra cosa: se trata de reducir a la mitad el número de Bitcoin que se emiten al día. Con el de 2024, que es el año previsto para el nuevo halving, se habrán dado cuatro en la industria cripto.

Alberto Gordo, confundador del hedge fund (fondo de inversión) Protein Capital, cree que "el halving sirve principalmente para eliminar del sistema cada cuatro años a aquellos mineros que no son eficientes en sus tareas de resolver problemas matemáticos para generar nuevos bloques". Con el halving, cada cuatro años, los mineros tendrán más competencia y la recompensa será menor. Una de las 'medidas' que establece este recorte es que quienes minan, reciben la mitad de la recompensa que recibían antes del halving. De ahí que "los mineros sean los actores principales en este proceso", tal y como detallan desde el exchange (proveedor de criptomonedas) Bit2Me.

¿Y sí el halving fuese uno de los revulsivos del Bitcoin?

El hecho de que haya inversores que crean que esto puede ser un revulsivo para la criptomoneda está en que con los anteriores halving, el Bitcoin ha crecido exponencialmente. La teoría aplicada por Satoshi Nakamoto, creador del Bit, está en que, con estas reducciones, el mercado contará con menos activos, lo que lo convierte en más limitado, algo que podría elevar el precio de la criptomoneda. Al mismo tiempo, según varios expertos, el halving es un escudo para evitar la inflación. Con esta ‘herramienta’ se logra más control sobre los Bitcoins emitidos. Al fin y al cabo, la criptomoneda más valiosa del mercado es finita. El propio Nakamoto cifró en 21 millones el número total de Bitcoin que podría haber en el mercado. 

"Nakamoto consideró que para que una moneda permaneciera inmune a la influencia política, económica o de cualquier índole, era necesario que "nadie" pudiera crear cantidades ilimitadas de dinero", explica Raúl López, country manager de Coinmotion (proveïdor de criptomonedes) en España. 

En cuanto a la valoración del BTC, "en los ciclos anteriores, los suelos de los mercados se han generado siempre 15 meses antes del siguiente halving. Ahora mismo estamos a 17 meses del próximo evento, con lo cual es previsible que estemos cerca del suelo del mercado", explica Alberto Gordo. El experto data para octubre de 2025 la llegada nuevas cotas máximas con este nuevo ciclo.

¿Cómo fueron los anteriores halving?

Pese a esto, y contando con que los anteriores halving han sido positivos para el Bitcoin, nada invitar a pensar que esto podría ser un estímulo para la cripto en 2024. Y es que el panorama ha cambiado sustancialmente. De base, la primera reducción tuvo lugar en noviembre de 2012, hace más de diez años. El calado del sector era inferior al actual, además de que, en ese momento, el Bitcoin valía 12 dólares. Con este halving, el Bit creció casi un 8.000% en apenas un año.

El segundo recorte se dio en julio de 2016. En ese momento, el Bitcoin tuvo un primer ‘boom’, aunque nada comparable con el de 2020. El halving de ese año se aplicó sobre la criptomoneda cuando esta tenía un valor de 663 dólares. Al año, el Bit emergió hasta los 2.550 dólares, lo que supuso un crecimiento del 285%.

El último cambio en la emisión de Bitcoin se dio en mayo de 2020. Esta variación, como las dos anteriores, provocó una nueva subida en el Bit. En dicho momento, la criptomoneda reina estaba alrededor de los 8.740 dólares. Al año, el activo creció hasta los cerca de 12.000 dólares, marcado un ascenso superior al 36%.

"Hasta el momento, los halving de BTC han sido determinantes para fijar los timing de los ciclos de mercado", comenta Alberto Gordo, confundador de Protein Capital.

El negativismo invade el mercado de las criptos

Con estos precedentes, los inversores esperan que, con el halving de 2024, el Bitcoin vuelva a emerger. Y es que, sobre la base, este puede ser uno de los impulsos de la cripto. Aún ello, el mercado de las criptomonedas es impredecible, y más en un escenario como el actual. El sector está más en entredicho que nunca, y el Bitcoin, por su condición de ser la criptomoneda más valiosa del mercado, cuenta con más atención que el resto de los activos.

Con los anteriores halving, la criptomoneda creada por Satoshi Nakamoto creció, se equilibró la producción con la demanda, emitiendo menos criptos y, por consiguiente, elevando el precio de esta. Todo esto se ha ido difuminando en el presente ejercicio debido a las quiebras de las criptoplataformas y a las progresivas subidas de tipos, que han hecho que el Bitcoin decrezca más de un 62% en el año.

Y aunque esta situación es pasajera, parece que el mercado de las criptomonedas cuenta con una connotación que va más allá de las hipotéticas ganancias que el bitcoin pueda generar en un futuro. El sector, pese a seguir en auge, ha pasado a un segundo plano. El valor del Bit se ha asentado en la tendencia lateral desde la quiebra de FTX, y, debido a los descalabros de varias plataformas, no todo el mundo cree en el potencial de las criptos.

Una de las preguntas del millón es sí el halving puede ser uno de los agitadores del mercado como lo ha sido en ocasiones anteriores. Todo dependerá de si las circunstancias del sector mejoran. Pese a ello, el presente ejercicio ha socavado algo más que la valoración de los criptoactivos. Puede que con una reducción de activos en el mercado, el Bitcoin se convierta en un bien preciado como lo fue en 2020. "Con el halving, hay menos BTC en circulación, con lo cual la oferta será menor, lo que hará que la presión vendedora disminuya", explica Alberto Gordo, cofundador de Protein Capital.

La herramienta valdrá para que las emisiones de Bitcoin reduzcan hasta 450 activos por día. No hay duda de que la criptomoneda será más limitada, y que por normal general esto debería aumentar su valor. Pese a ello, atendiendo al escenario actual y a la connotación negativa que ha ganado el sector, nada puede asegurar que el Bitcoin vaya a emerger de nuevo. Depende de cómo evolucione el sector y, por supuesto, de las variaciones macroeconómicas que pueda haber. Por supuesto, la llegada de un marco legal global para las criptos también podría aupar tanto la valoración de los activos, como reforzar la confianza de los inversores en el sector.