De las 6.679.702 de bajas por incapacidad laboral que registró España en el año 2022, las bajas psiquiátricas no solo son las más significativas, al ocupar un 11,2% del total, sino también las que tienen una mayor duración de media, 134,3 días de media, según el Observatorio de Contingencias Comunes de 2022, elaborado por la mutua Asepeyo. Aunque el Gobierno español aprobó en 2022 un Plan por la Salud mental de 100 millones de euros, y aunque el ministerio de Trabajo tiene una hoja de ruta para combatir la salud mental en el trabajo, donde ya es obligatorio evaluar e intervenir frente a factores de riesgo, esta pandemia laboral no hace por ahora más que avanzar y consolidarse.

Muestra de ello es el hecho de que, desde enero de 2019 hasta 2023, las bajas laborales por salud mental han crecido entre los jóvenes un 91% y un 48% en trabajadores entre 26 y 35 años, según un estudio del Ministerio de Trabajo publicado durante este año junto al Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo. En mayo de este año, las 56.648 bajas por salud mental que se registraron batieron el récord histórico. Los trastornos de ansiedad representan el 73% de los casos y la presión y la sobrecarga del trabajo, que afecta a un 32% de los encuestados, es la principal causa seguida del trato difícil con clientes, pacientes y alumnos.

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El tema preocupa a sindicatos, empresas e instituciones, pero las escenas de acoso, cansancio extremo, burnout y ahora también sisifemia (un nuevo trastorno laboral que sufren los trabajadores más motivados) siguen dándose en los ambientes laborales. En este contexto, un estudio de la empresa de recursos humanos LHH recoge que el 64% de los directivos y directivas españoles está preocupado por la salud mental de sus trabajadores, cifra que es 9 puntos superior al mismo estudio de hace un año. Ellos mismos, uno de cada dos directivos, dicen tener altibajos y estrés y ansiedad, un 50% que es 14 puntos más que lo que alegaban el año pasado. 

Empresas como Cigna, multinacional dedicada a los seguros médicos, trabajan cada vez más de cerca sobre los casos que vinculan salud mental y problemas en el trabajo. María Sánchez, eHEalth Manager de Cigna España, apunta a que el problema creciente tiene que ver con "la incertidumbre del mercado laboral, así como la globalización y la alta movilidad en el empleo, que lo hace más volátil" y apunta a "la presión que sienten los empleados de tener que responder a correos electrónicos y atender llamadas laborales constantemente, incluso en periodos de descanso, puede afectar a su salud mental". 

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El mar de cifras y los diagnósticos sociales ahogan miles de malestares físicos y mentales, dolores y angustias muy diversos que pueden llevar a los trabajadores a verdaderos infiernos personales de ansiedad, angustia y depresión. ¿Cuáles son estos síntomas? Existen hasta 12 señales diferentes que, si persisten en el tiempo y afectan gravemente a tu día a día, te están advirtiendo de que tienes un problema de salud mental en el trabajo. 

Los 12 síntomas

La psicóloga especializada en recursos humanos Olga Garrido advierte de que el trabajador "empieza a sentirse raro, a tener más pensamientos negativos", primer síntoma de que algo no va bien que normalmente va de la mano del segundo síntoma, "fatiga o falta de energía y motivación" y también de concentración. 

En tercer lugar, y ya en los síntomas físicos, muy vinculado a la fatiga tanto como causa como consecuencia, se dan los "cambios en patrones de sueño, que puede ser un aumento de la somnolencia o al contrario, empezar a tener más dificultades para dormir y descansar bien", apunta Garrido. "En el burnout, por ejemplo, es muy característica esa sensación de fatiga constante que no mejora después de haber dormido", abunda.

Existen síntomas puramente físicos que, si no se hace bien el diagnóstico, pueden pasar desapercibidos porque se pueden confundir con problemas de índole totalmente fisiológica. Ejemplo de ello son los problemas musculares o de espalda, que "pueden tener origen emocional" y que serían la cuarta de las señales que pueden alertar de un problema de salud mental vinculado con el trabajo. En el mismo grupo, dolores de estómago, dolores de cabeza sin explicación médica o problemas en la piel son tres síntomas más que elevan hasta 7 los signos de alerta. 

Un octavo síntoma que alerta de problemas mentales en el trabajo son los cambios en los hábitos alimenticios. "Perder el apetito o comer en exceso, lo que se conoce como hambre emocional", apunta Garrido. 

En noveno lugar, un síntoma más evidente y común es la irritabilidad o la frustración recurrente, "perder el interés en el trabajo y que nos retrasemos continuamente o lo hagamos mal, de manera descuidada o con errores que no solemos hacer", apunta Garrido. 

Un décimo síntoma preocupante es un aumento del consumo de alcohol, tabaco o drogas, así como otras actividades que nos sirven de vía de escape como las redes sociales o la televisión. "Incluso podemos llegar a adoptar una actitud más dada a evitar el contacto con los demás o aislarnos", añade la psicóloga. 

Señales como preocuparse constantemente por cosas que pueden suceder en el futuro, darle muchas vueltas a los mismos pensamientos o tener dificultad para relajarse conforman el undécimo síntoma de que algo no está como debería en el trabajo y tiene que ver con la ansiedad, mientras que cuando está más vinculado a la depresión "es una patología que se caracteriza por la tristeza constante, sentirte inútil y perder el placer en actividades que antes se disfrutaban". 

En el burnout, por último, síntoma número 12 de los problemas mentales en el trabajo, existe una sensación de vacío y de falta de propósito. "Algunos pacientes me dicen cosas como: "ya no sé ni quién soy o lo que quiero", explica Garrido. Con esta despersonalización, "cambian las relaciones personales, porque se empieza a desarrollar un pensamiento cínico, falta de sensibilidad hacia los demás", completa la psicóloga. 

Cómo abordar la salud mental en el trabajo

A la hora de abordarlo, la psicóloga apunta a un primer paso que es reconocer el problema y hacer una autoevaluación "de manera honesta y consciente". "Después, es necesario consultar con profesional de salud mental", añade Garrido, que en tercer lugar apunta a que "si es necesario, es recomendable hablar con la empresa para revisar opciones o causas que puedan corregirse o adaptar al trabajo".  

Fuera de la empresa, "el autocuidado" es una de las claves para tratar los problemas de salud mental en el trabajo. El descanso, un estilo de vida saludable, las aficiones y los vínculos sociales ayudan a todo ello. 

Cabe después reevaluar la relación personal que establecemos con el trabajo. "Desde el punto de vista personal preguntarnos: ¿Cómo lo estoy afrontando? ¿Dónde necesito poner límites? ¿Qué necesito cambiar?", apunta Garrido. Y, en muchas ocasiones, considerar seriamente un cambio de trabajo que no perjudique nuestro bienestar. 

"Para potenciar la sensación de bienestar y reducir el impacto del trabajo en la salud mental, es necesario aprender a reducir los niveles de estrés priorizando el descanso, estableciendo límites claros, practicando el autocuidado a través de acciones que promuevan el bienestar físico y mental y, especialmente, desconectando digitalmente", apunta por su parte María Sánchez, de Cigna.