El BBVA no comprará el Sabadell, ni por las buenas ni por las malas. El banco de origen vasco ha fracasado con dos intentos de fusión amistosa y con la opa hostil, que después de casi año y medio, solo ha convencido a un 25% de los accionistas. Entre ellos, al consejero díscolo de la entidad catalana, David Martínez, que además es su primer inversor particular y controla cerca del 4% del capital.
Ahora, toca preguntarse que pasará con el mexicano, pero también con el presidente y el consejero delegado del BBVA, Carlos Torres y Onur Genç. En los próximos días se irán despejando las dudas sobre el futuro de los protagonistas de esta operación, que se ha alargado casi año y medio. Por el camino, el BBVA ha tenido la oportunidad de retirarse dos veces.
Cuando el Consejo de Ministros impuso al banco un veto de tres años para fusionarse con el Sabadell en el caso de que la opa saliera adelante y también, tras el anuncio de venta de TSB y el macrodividendo de 2.500 millones. Principalmente, porque los números de la operación cambiaron y así lo reconoció el banco, que ya no esperaba alcanzar las sinergias anunciadas en al menos tres años.
El consejo de administración del BBVA decidió seguir adelante con la operación, aun con todas las dificultades que se fue encontrando por el camino, con un Torres convencido de que el proyecto, esta vez sí, acabaría triunfando, y a pesar de que no todos los consejeros tenían la misma certeza. Sin embargo, los mismos consejeros podrían ahora exigir responsabilidades tanto a Torres como a Onur Genç, por cerrar sin éxito la operación, con todo el dinero, tiempo y esfuerzo que eso ha supuesto al banco.
Pero también porque una entidad de menor tamaño ha logrado ganarles la batalla. Los ejecutivos renovaron sus cargos en las juntas de este 2025 y tienen cargos durante tres años, pero eso no impide que pueda haber cambios. No obstante, siempre que se les ha preguntado sobre si serían ellos los que darían el paso en el caso de fracasar la opa han asegurado que “no dimitirían”.
Aunque de nuevo, en esta operación ha quedado claro que de lo que se dice, a lo que después se hace, puede ser muy distinto. Ya que, el presidente y el CEO del BBVA han defendido siempre que no mejorarían la oferta por el Sabadell y lo hicieron. Pero también aseguraban hasta el último minuto que la opa salía con más del 50% y los números se han quedado a la mitad.
El Sabadell, por su parte, ha salido glorioso y puede ahora ajustar cuentas con su consejero David Martínez, que es su primer inversor a nivel particular y el tercero más grande tras BlackRock y Zurich. El mexicano, presente en el accionariado del banco catalán desde hace más de una década, se mostró a favor de la opa casi desde el principio.
Sin embargo, en el primer consejo de administración donde se tuvo que debatir sobre la oferta del BBVA, la consideró baja y la rechazó. Fue en el segundo consejo, celebrado a finales de septiembre, y cuando dicha oferta ya era un 10% superior, el momento en el que decidió dar un paso al frente y mostrar su apoyo al banco vasco abiertamente. Algo que no sentó muy bien en la cúpula del banco catalán.
Ahora que la oferta no ha salido, podría ser el propio Martínez quien decida vender en el mercado, lo que le dejaría fuera del consejo, ya que es dominical. Aunque también podrían dar un paso al frente desde el propio el Sabadell. De hecho, su consejero delegado, César González-Bueno, dijo que tomarían la decisión oportuna llegado el momento y ese momento, ya ha llegado.