Repsol ha cerrado el primer trimestre de 2025 con un beneficio un 62,2% inferior al mismo periodo del año pasado, 366 millones. El resultado ajustado, que mide los negocios, ha sido de 651 millones de beneficios, un 48% menos que al primer trimestre de 2024. "La incertidumbre y las tensiones geopolíticas", la volatilidad de los mercados energéticos y una cotización del petróleo a la baja han provocado la disminución de los márgenes.
En el trimestre que Trump arrancó su segunda presidencia de los Estados Unidos, su política arancelaria ha condicionado los mercados, también los energéticos, a la vez que el año se inició con el cierre del gasoducto entre Ucrania y Rusia que servía para traer gas a Europa. Pero ha sido también el trimestre que ha caído el impuestazo a las energéticas a España y Repsol ha podido activar una inversión de 800 millones en Tarragona para una ecoplanta que convertirá residuos urbanos en metanol renovable.
A pesar de la disminución de los beneficios, Repsol mantiene la liquidez con 8.497 millones y avanza en sus objetivos estratégicos hacia 2027, sobre todo vinculados a una transición energética rentable y a "una atractiva retribución al accionista". En este sentido, mantiene su compromiso de ir mejorándola. En el mes de enero pagó los dividendos a 0,475 euros por acción y propondrá aumentarlo a 0,50 para distribuir julio de 2025 y enero de 2026.
Repsol da, pues, por alcanzados los beneficios de la compañía, con unos beneficios que responden a las previsiones anuales. Desde enero se han anunciado rotaciones de activos por valor de 700 millones que ayudan en el objetivo de llegar a los 2.000 millones en desinversiones estimados por este año.
Más allá de la ecoplanta, a finales de marzo Repsol se unió con Neo Energy para, mediante el intercambio de acciones, entrar en la compañía conjunta que tiene que ser "uno de los mayores productores independientes de petróleo y gas del mar del Norte", con una producción prevista de 130.000 barriles de petróleo al día.
La compañía empezará a producir además en cuatro activos antes de finales de año, a Trinidad y Tobago, a los Estados Unidos y al Brasil. En el área de exploración y producción (upstream) la compañía ha conseguido una mejora de rendimientos con 458 millones de euros de resultado ajustado, un 3,6% más que al primer trimestre del año pasado.
Con respecto al negocio de generación baja en carbono, la empresa ha efectuado operaciones de entrada de socios en España, ejemplarizado sobre todo en el acuerdo con Schroders Greencoat, que entró como socio con un 49% en una cartera eólica y solar en el Aragón de 400 MW valorada en 580 millones de euros. También ha sumado a Stonepeak en su primera incorporación de un socio a una cartera de activos renovables en los Estados Unidos.