El sector de la alimentación sigue marcado por las tensiones inflacionistas que mantienen los precios de los productos en cotas muy elevadas. Este contexto económico está haciendo que las grandes distribuidoras de España logren aumentar sus ventas, pero que no sean tan rentables, sacrificando parte de sus márgenes, o al menos así lo apuntan en sus últimos resultados. Asimismo, en los últimos meses, las grandes firmas de la distribución se han visto envueltas en una especie de guerra de bajadas de precios​ a productos básicos y promociones para ganar clientes. Sin embargo, la cesta de la compra sigue siendo uno de los grandes problemas para el ciudadano común.

La espiral alcista de precios dificulta la compra de productos de alimentación cotidianos en la cesta de la compra, especialmente a aquellas familias de rentas más bajas. El pasado marzo, estos se situaron en el 16,5%, aunque los datos definitivos de abril podrían reflejar una rebaja. Según las últimas cifras del Instituto Nacional de Estadística, el IPC (Índice de Precios de Consumo) adelantado de abril refleja un repunte en la inflación general hasta el 4,1%, pero apunta a un menor crecimiento en los precios de los alimentos, que podrían rebajar hasta el entorno del 14,5%.

No obstante, todavía registra un nivel elevado que sigue dificultando a muchas familias llegar a final de mes y lastrando su capacidad de ahorro. El aumento de costes impacta a toda la cadena de producción y distribución, pero el agente que pone a la venta el producto final es el que más críticas ha recibido en los últimos meses, especialmente aquellas grandes distribuidoras que han incrementado sus ganancias pese a la inflación. Y el argumento general que se traslada desde muchas de ellas es que podrían haber ganado más, pero han preferido no repercutir todos los costes en los alimentos. 

Eroski y Consum reducen sus márgenes y ganan menos 

Son varias las compañías con mayor cuota de mercado del país que han reducido sus márgenes de venta para minorar el impacto de la escalada de precios en el consumidor, es decir, han perdido rentabilidad. De este modo, enseñas como Eroski y Consum, quinta y sexta mayores cadenas de España, destacaban en la presentación de sus resultados esta semana el esfuerzo realizado en el último ejercicio, que ha acabado con una reducción de sus ganancias.

El grupo vasco ha obtenido un beneficio de 64 millones de euros hasta el 31 de enero, lo que supone un descenso cercano al 40% de sus ganancias en comparación con el año anterior. Se trata de un ejercicio que ha estado muy afectado por el incremento de los costes de los productos vendidos, que cifran en un 15% de medida, que ha sido "parcialmente asumido" por Eroski en detrimento de su margen bruto para contener los precios.

En este sentido, la empresa ha perdido 1 punto porcentual de su margen bruto, que se ha reducido hasta el 1,32% sobre las ventas. Por contra, al igual que el resto de compañías del sector, el grupo ha logrado aumentar las ventas gracias al contexto inflacionario. Así, Eroski logró aumentar en un 7% sus ingresos en el conjunto del ejercicio hasta alcanzar los 5.476 millones de euros anuales. 

Respecto a la cooperativa valenciana, sus resultados también dan buena muestra de la situación en el sector. Su margen neto se ha reducido medio punto porcentual, al pasar del 2% registrado en 2021 al 1,5% de 2022. Por el contrario, las ventas totales de Consum crecieron hasta los 3.864 millones por el efecto de la inflación, lo que supone un incremento del 14,4%.

Este aumento de ingresos se da por la subida de precios, aunque entre 3,5 y 3 puntos menos de lo que lo hizo la inflación. “Nos ajustamos mucho a los márgenes y vamos al límite. La distribución es un sector super competititvo y en España la competencia es atroz. Los márgenes son muy ajustados”, explicó el director general de Consum, Juan Luis Durich, en la presentación de resultados.

Mercadona reduce su margen de venta, pero logra ganar más

Pero no son las únicas grandes cadenas que operan en el país que han asegurado reducir sus ganancias por venta para no repercutir toda la subida de costes en el consumidor. Mercadona explicó el pasado marzo que había subido los precios "una burrada" por el incremento de costes derivado de la inflación.

Una situación que le llevó al líder del mercado español a aumentar sus ventas en 2022 hasta superar los 31.000 millones y a obtener un beneficio de 718 millones de euros, un 5,58% más que en el año anterior. Sin embargo, su margen de venta también se redujo un 0,6%, con un impacto de 140 millones, para evitar trasladar a los clientes todo el incremento de los precios. Algo que su presidente, Juan Roig, atribuyó a haberse "dejado la piel con los proveedores" para ser más productivos y optimizar costes.

Por su parte, la segunda compañía por cuota de mercado, Carrefour, no refleja en sus cuentas las ganancias ni el impacto de sus márgenes en el mercado español. De sus cuentas solo se desprende el aumento en las ventas que ha obtenido, alcanzando un récord de 11.500 millones en 2022 con un crecimiento cercano al 10%.

De sus resultados de enero a marzo de este año, se extraen cifras que van en el mismo sentido: un aumento del 9,6% en las ventas en España. A nivel global, los márgenes de la compañía francesa se vieron reducidos a penas dos décimas en el conjunto del ejercicio anterior, suponiendo un 2,9% sobre las ventas.

Dia a la contra: aumenta márgenes para volver a la rentabilidad

Sólo Dia ha aumentado su rentabilidad en el último año, a costa de perder cuota de mercado. Las últimas cuentas publicadas por el grupo reflejaron un margen del 3,8% sobre las ventas netas, lo que supone una mejora de la rentabilidad de 0,9 puntos porcentuales.

Este caso es el que se sale del patrón entre las grandes cadenas de supermercados del sector, puesto que Dia sigue inmersa en su proceso de saneamiento financiero y está priorizando volver a la rentabilidad. En cuanto a las ventas, el grupo también ha experimentado un gran avance, con un incremento del 10% en los ingresos en España durante el primer trimestre de 2023, marcado por la inflación.

En cualquier caso, mientras las distribuidoras aseguran estar reduciendo sus márgenes y aplican descuentos a centenares de productos básicos de alimentación y otras promociones, los datos oficiales siguen reflejando unos precios muy elevados. Aunque ya se empieza a ver una desaceleración en el incremento de la inflación alimentaria, se sigue produciendo a un ritmo muy lento. Algo que podría agravarse a raíz de la sequía. Los próximos datos del INE aportarán más luz a esta tendencia.