El Govern ha autorizado este martes la venta de las acciones de la empresa Fabricación de Alimentos, SA, en Ripollet, que pasó a ser propiedad de la Generalitat por una herencia intestada, es decir, no atribuida o nula. La empresa de fabricación artesanal todavía está activa y el precio de salida de la subasta es de 228.306 euros. Se trata de la primera empresa activa procedente de una herencia intestada que la administración catalana hereda.
Todo comenzó con la muerte de la propietaria, Manuela Marimon, en 2019, a la edad de 97 años. Según explicó La Vanguardia, la mujer no tenía hijos ni familiares conocidos y dejó la fábrica con 10 trabajadores en herencia al hospital Sant Joan de Déu, que por la naturaleza de la propiedad la rechazó.
Será la segunda vez que el Gobierno subasta la empresa, ya que la primera, en julio, fue declarada desierta porque la documentación presentada por el único licitador no cumplía los requisitos. "El sector alimentario se ha mostrado interesado en la compraventa de la empresa", ha dicho el Gobierno, por lo que se ha vuelto a poner a la venta. Los detalles se conocerán en los próximos días.
La empresa facturó el año pasado 355.150 euros, poco menos que los 290.498 de 2023, con unos escasos beneficios de 204 euros, 60 veces menos que los 13.201 euros del año 2022. En el balance de resultados no figura ningún trabajador o trabajadora contratados, ni fijos ni temporales. El año 2017, último disponible en el que la propietaria estaba viva, la empresa facturó 397.694 euros y perdió 13.216, en contraste con los beneficios de 25.362 euros del año 2016.
Un año antes de su muerte, Mariana Marimon dio una entrevista a la Revista de Ripollet en la que explicaba que la empresa tiene origen en el franquismo, época en la que su marido alquiló parte de una fábrica de pastas que fue creciendo. No explica en qué año fue, pero en la web se detalla que tiene origen en el año 1961.
La mujer, que aún dirigía la empresa con 96 años, explicó que la llevaba desde antes de la muerte del marido, pero que los proveedores daban por hecho que era él quien mandaba y sufrieron con la muerte. "Esta empresa ha sido mi vida y estoy feliz porque siempre he podido hacer lo que he querido. He podido tener disgustos y alegrías, pero aquí seguiré hasta el último día. Sigo con ganas de estar al corriente de todo. Además, a los que suben les hace falta experiencia y con lo que puedo colaborar es justamente con eso pero tenemos un equipo muy bueno del que estoy muy contenta", decía.
La subasta decidirá quién se queda con esta empresa que, sin embargo, ha continuado funcionando durante 6 años sin propietario.
Curiosamente, la noticia de la segunda subasta se da a conocer el mismo día que el departamento de Presidencia ha informado que, en el marco de los actos de Cataluña Región Mundial de Gastronomía, los canelones han sido escogidos el plato favorito de los catalanes, por delante de la escudella y la carne de olla.