Coca Cola desmiente al presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, y no cede a sus presiones para que vuelva a la receta original del refresco más famoso del mundo. La semana pasada, Trump publicaba en la red social de su propiedad, Truth Social: "He estado hablando con Coca-Cola sobre el uso de azúcar de caña "REAL" en la Coca-Cola en Estados Unidos y han aceptado hacerlo". Por ello, el inquilino de la Casa Blanca dio las gracias a los directivos de Coca-Cola y añadió: "Este será un muy buen movimiento por su parte - Ya verán. ¡Simplemente, es mejor!", concluyó en Truth Social, plataforma que usa para este tipo de mensajes. La Casa Blanca se hizo eco y compartió en la red X de Musk, una imagen en la que el presidente aparece en un fondo rojo con los puños en alto y un mensaje donde se puede leer: "Tómate una Coca-Cola con Trump", con su apellido grabado en la etiqueta de la botella.

Pero semejante despliegue presidencial ha obtenido una victoria a medias. Coca Cola ha anunciado este martes que sacará una versión en la que utilizará como edulcorante la caña de azúcar, que tanto gusta a Trump a pesar de que bebe la versión ‘diet’, pero que continuará fabricando con jarabe de maíz su celebérrima coke, como se conoce popularmente, a la Coca-Cola. Una solución que ya dejó entrever la multinacional del refresco, después de que Trump anunciase públicamente que los directivos de la empresa habían aceptado el uso de la caña de azúcar.

Una solución que no cambia en nada la actual situación del refresco en Estados Unidos, donde ya se puede encontrar este refresco fabricado con azúcar de caña procedente de México, donde se utiliza este tipo de edulcorante en vez del jarabe de maíz.

Sin renunciar al maíz

La compañía Coca-Cola precisó este martes que no va a renunciar al jarabe de maíz de alta fructosa como ingrediente principal para endulzar su icónica bebida, aunque añadirá un nuevo producto hecho con azúcar de caña, informa Efe. En una conferencia posterior a la presentación de sus resultados trimestrales, el consejero delegado de Coca-Cola, James Quincey, lo puso en estos términos: "Esto es en realidad una estrategia de 'y', no una estrategia de 'o'", según su testimonio citado en el Wall Street Journal.

"Vamos a seguir usando mucho el jarabe de maíz que ahora utilizamos", zanjó Quincey, en un aparente intento de apaciguar a los cultivadores de maíz que lanzaron la voz de alarma ante un eventual giro hacia el azúcar de caña, que según ellos pondría en peligro "miles de puestos de trabajo".

Trump bebe ‘diet’

Aunque Trump es un gran consumidor de Coca-Cola, su preferencia es la versión 'diet', que no lleva azúcar ni jarabe de maíz, pero dentro de su equipo de gobierno hay un declarado enemigo del jarabe de maíz: el secretario de Salud, Robert F. Kennedy Jr., que lo considera uno de los ingredientes causantes de graves problemas en la salud de los estadounidenses. Aunque no está demostrado la diferencia energética entre los dos edulcorantes.

Lo que parece claro, es que la futura versión de la coke con caña de azúcar representará un golpe para la 'Coca-Cola mexicana', la versión 'premium' de Coca-Cola que se vende en supermercados y restaurantes mexicanos en botella clásica de cristal, hecha con azúcar y con un precio de más del doble de la lata de 33 centilitros producida en EE.UU. Y, que aun así, está cosechando muchos fans en la patria de la Coca-Cola.