Los inversores han recibido con euforia el fin de la opa del BBVA sobre el Sabadell. Como mínimo, los accionistas del banco de origen vasco, que se ha disparado en la bolsa de Wall Street después de que se conociera que ha fracasado la operación de compra del banco catalán. La entidad ha abierto a 18 euros por acción y se ha disparado hasta los 20 euros, con un incremento de más del 10%, y ha cerrado en los 19,48 euros, con una subida final del 6,68%.

El BBVA ha comunicado este jueves por la noche que solo un 25,33% de los accionistas del Sabadell han aceptado su oferta, muy por debajo del 50% mínimo para que la opa tuviera éxito, e incluso por debajo del 30%, que podría haber servido al BBVA para lanzar una segunda opa. Con el resultado obtenido, la opa se acaba y ambas entidades continúan en solitario. El BBVA ha anunciado dividendos para compensar a sus accionistas.

El anuncio se ha producido con la bolsa española ya cerrada, pero el BBVA también cotiza en la bolsa de Estados Unidos, motivo por el cual los efectos del resultado de la opa se han visto inmediatamente reflejados en la bolsa, que también valora el dividendo anunciado por Carlos Torres. Lo que parece indicar es que la operación no convencía a los inversores, que temían también una segunda opa que costase miles de millones –hasta 12.000, según el Sabadell– en efectivo al banco, que se habría visto obligado a ampliar capital.

La opa arrancó hace casi un año y medio y ha tenido muchos capítulos. Durante este tiempo, las acciones del BBVA han subido cerca de un 60%, porcentaje que no es alto comparado con el resto del sector, que de media ha ganado un 80% en este tiempo, como recordó César González-Bueno, consejero delegado del Sabadell, la semana pasada en una entrevista en ON ECONOMIA, que vaticinaba que si la opa no prosperaba, ambos bancos subirían en bolsa. De momento, su previsión se está cumpliendo para la entidad de origen vasco en la bolsa estadounidense, y habrá que ver qué pasa con las acciones del Sabadell este viernes.

El fracaso de la opa empezó a intuirse el martes, cuando el Sabadell anunció que solo un 2,8% de los accionistas que son clientes habían aceptado la oferta del BBVA. Esto suponía un golpe para la entidad que preside Carlos Torres, que veía que sobre un colectivo que representa más del 30% del capital social de la entidad vallesana, solo podía contar con poco más de un 1%. Aun así, confiaba en que el resto de minoristas, como David Martínez Guzmán, y sobre todo los inversores institucionales, le darían la victoria o, como mínimo, podría superar el 30% para tener la opción de hacer una segunda opa, pero no ha sido así. 

Ahora, el BBVA ha reaccionado y ha anunciado que "reanuda de forma acelerada" su política de retribución al accionista. El 7 de noviembre se pagará "el dividendo a cuenta más grande de su historia (0,32 euros por acción), por un total de aproximadamente 1.800 millones de euros", y llevará a cabo también un plan de recompra de acciones. Torres y el consejero delegado del BBVA, Onur Genç, comparecerán este viernes para explicar la estrategia de la entidad.