Barcelona ya no es la ciudad española más atractiva para los turistas. La seguridad, la limpieza o incluso el contexto político han hecho que la Ciudad Condal caiga a segunda posición en el ranking que elabora Exceltur desde hace diez años y que posiciona ahora a Madrid como el destino urbano con mayor competitividad turística del país.

“Son muchos los condicionantes que ha tenido que atravesar Barcelona”, explicaba el vicepresidente de Exceltur, Jose Luiz Zoreda, en la presentación del informe. “Algunas actuaciones han sido vislumbradas como mejorables en clave de seguridad o de limpieza ciudadana, e incluso algunas actuaciones políticas no han favorecido el dinamismo de la ciudad”. Así, desde el último ranking elaborado en 2016, Barcelona ha perdido casi 10 puntos mientras Madrid ha subido un 0,6%. A pesar de ello, destacaba Zoreda, “Barcelona sigue teniendo una puntuación muy alta”.

El informe ‘UrbanTur’ que elabora la patronal turística de la que forman parte empresas como Meliá, Iberia o Amadeus, estudia a 22 ciudades que el año pasado representaron un 87,2% del total del turismo urbano y un 23% del total del turismo español. El objetivo, dice Exceltur, es reforzar la competitividad turística de estos destinos y destacar la importancia del turismo urbano, que a veces queda en un segundo plano frente al turismo vacacional.

Entre los aspectos que más han penalizado a Barcelona en la elaboración de este ranking destacan, una menor oferta de productos de ocio (por ejemplo, de la celebración de eventos artísticos, culturales y deportivos), además de la limitación de apertura comercial. La capital catalana también pierde fuelle en el turismo familiar, en la agilidad con la gestión administrativa y recibe una nota más baja por la menor dotación de zonas wifi de acceso gratuito, el coste del trayecto en transporte público a la ciudad o la frecuencia de vuelos.

A favor de Madrid, el vicepresidente de Exceltur destacaba el fuerte aumento de la inversión empresarial en los últimos años. En el conjunto de las 22 ciudades analizadas se ha elevado casi un 12,5% el número de hoteles de cuatro y cinco estrellas, desde los 183 hasta los 206. Y un 41% las plazas de nuevos restaurantes de alta categoría, de 547 a 774.

En ambos, la capital española es la que sale mejor parada, pues desde la pandemia “tuvo una actuación muy valiente” siendo la ciudad más abierta al turismo y dando incentivos para que establecimientos alojativos y de restauración estuvieran abiertos. Después dio paso “a políticas para atracción e incentivo de la inversión, que han permitido que grandes cadenas internacionales de alto nivel hayan querido instalarse en Madrid y próximamente, algunas en Málaga”, indicaba Zoreda.

El estudio de Exceltur también señala que el turismo ha dejado de ser una prioridad política y, de hecho, solo dos ciudades de las 22 tienen una concejalía exclusiva del turismo, Alicante y San Sebastián. El presupuesto, agregan, solo supone el 0,5% el presupuesto municipal pese a que el turismo representa más del 10% de la actividad económica.

Exceltur alerta sobre las viviendas turísticas ilegales

Exceltur llama la atención sobre las viviendas turísticas ilegales, que han proliferado en los últimos años afectando “a la imagen y reputación” de las ciudades. El estudio subraya que cada vez hay más "sensibilidad" entre los ciudadanos respecto a ellas, pues generan situaciones de congestión puntual y pérdida de identidad en las zonas de mayor atractivo turístico.

El informe señala que apenas 10 de las 22 ciudades estudiadas regulan su uso y además siguen teniendo problemas para exigir su cumplimiento. Los destinos más afectados por el fenómeno son Madrid, Málaga, Sevilla, Valencia, Barcelona y San Sebastián, aunque las dos últimas fueron pioneras en la regulación y llevan la delantera.

Desde 2016 y hasta la pandemia se ha producido un desarrollo de normativas locales en numerosas ciudades españolas para regular el fenómeno y limitar las negativas externalidades del crecimiento descontrolado de las viviendas turísticas. A pesar de esta tendencia, que es positiva, las ciudades tienen serios problemas para hacer cumplir sus normativas por falta de instrumentos para su control y de colaboración por parte de las plataformas online para limitar la comercialización de las viviendas que no estén debidamente legalizadas.

Además, sólo 6 destinos disponen de inspectores municipales específicos para identificar las viviendas turísticas ilegales. Y apenas 4 ciudades cuentan con un canal directo para denuncias, de forma que tan solo en 5 ciudades el Ayuntamiento ha gestionado órdenes de cese de actividad, concluyen.