El presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, ha explicado este sábado que su partido lleva meses trabajando en un plan integral para los autónomos, que en la actualidad están “perfeccionando”, y que implementarán cuando lleguen al Gobierno. Un plan cuya medida estrella es eximir del pago de IVA a los autónomos con ingresos inferiores a 85.000 euros anuales. La otra gran ventaja sería, en palabras de líder popular, la reducción del papeleo para los profesionales por cuenta propia, porque “su plan incluye una sola declaración de IVA al año, en lugar de una trimestral como en la actualidad”. El líder popular ha lanzado esta propuesta en una reunión con autónomos en Soria en medio de la polémica por la propuesta de aumento de las cuotas para los tres próximos años.
Sin embargo, estas dos medidas ya se establecen en una directiva comunitaria de 2020 que el Gobierno de Pedro Sánchez lleva negociado varios años con las organizaciones de autónomos —ATA, Upta y Uatae—, como contó ON ECONOMIA en agosto de ese año. Aunque la trasposición ya va con retraso, pues debería haberse adoptado a la legislación española el 1 de enero de este año.
La Directiva de la UE 2020/285 establece un régimen de franquicia a partir de la cual los autónomos no estarán obligados a aplicar el IVA a sus clientes. Así, la normativa europea permite a aquellos autónomos comunitarios cuyos ingresos anuales no superen los 85.000 euros la posibilidad de acabar con las autoliquidaciones trimestrales y no cargar a sus clientes con el coste fiscal de abonar el IVA.
En 2023 se especuló con que en el presente 2025 podría entrar en vigor la transposición de franquicia del IVA para los autónomos, aunque se consideraba poco probable llegar a tiempo. En marzo de 2024, este diario publicó que las organizaciones denunciaban que el retraso en la trasposición de la directiva de franquicia estaba haciendo perder competitividad a los autónomos.
Entonces, la Agencia Tributaria (AEAT) comunicó a las asociaciones de autónomos y a los agentes sociales que la directiva se iba a retrasar sin aportar una previsión de fecha. Lo que suponía, en su opinión, una desventaja para los pequeños y medianos autónomos españoles, que se verían obligados a seguir facturando IVA a sus clientes y asumiendo el coste de la gestión del impuesto. Una situación que suponía una pérdida de competitividad frente al resto de los autónomos comunitarios, que al no cobrar el impuesto a sus clientes, ganaban competitividad frente a sus competidores de mayor dimensión, aquellos que tenían ingresos superiores a 85.000 euros.
Feijóo ha desvelado poco de su plan, pero lo que ha dicho está ya recogido en la directiva. El presidente popular ha señalado que la medida permitirá al autónomo decidir si rebaja el importe del IVA al cliente o bien si ese importe se lo queda manteniendo los gastos corrientes de su negocio. Nada nuevo, pues la voluntariedad es la principal característica de la directiva que permite a los autónomos elegir una doble vía:
- Dejar de cobrar el IVA a sus clientes y terminar con el engorroso trámite de presentar trimestralmente las autoliquidaciones de este impuesto.
- Continuar como hasta ahora.
Pero la medida tiene su lado positivo o su parte negativa. Aquellos profesionales que decidan terminar con el IVA no podrán desgravarse el impuesto que hayan pagado por los gastos derivados de su profesión. Lo que supone un hándicap en algunos sectores, especialmente entre los intensivos en costes necesarios para realizar su actividad. Sin embargo, la directiva, que no es de obligado cumplimiento, deja mucho margen de maniobra a los Gobiernos comunitario, por lo que el Ejecutivo de coalición abrió un canal de negociación con las organizaciones de autónomos y los agentes sociales.
En 2023, antes de las elecciones anticipadas de julio, tanto el Partido Popular como el Partido Socialista expresaron a las organizaciones de autónomos su voluntad de poner en marcha la directiva de franquicia del IVA.