En los cinco últimos años (junio de 2020 sobre junio 2025), el número de personas que cobran una pensión ha aumentado en medio millón (9.357.427) y los trabajadores inscritos a la Seguridad, Social que contribuyen al pago de las pensiones ha subido en 3,25 millones (21.861.095). Es decir, que por cada nuevo pensionista se han sumado 6,5 cotizantes a la Seguridad Social en este último lustro, lo que ha disparado al 2,47 la ratio que mide el número de cotizantes en relación con los pensionistas.
El secretario de Estado de la Seguridad Social, Borja Suárez, resalta esta evolución como uno de los factores más relevantes de este periodo y apunta que, salvo el periodo del boom inmobiliario -2001-2010-, estamos en máximos. Con los datos que maneja el Ministerio de Inclusión y Seguridad, en la última década del siglo pasado (1991-2000) la ratio fue de 2,18 afiliados por cada pensionista; en la primera década del actual siglo (2001-2010), la del boom inmobiliario, se elevó a 2,55 y en la segunda (2011-2020), con la crisis financiera por medio, se colocó en el 2,3. Pero con la fuerte creación de empleo desde la pandemia, la proporción ha subido del 2,28 en 2020 al 2,47 en junio, a pesar de que ya ha empezado la jubilación de la ingente generación del baby-boom.
Esta ratio es esencial para la estabilidad del sistema financiero de la Seguridad Social, pues es un sistema de reparto, a diferencia del sistema de capitalización de los fondos de pensiones (el dinero que se aporta se invierte con la confianza de que en la jubilación se recupera con intereses). Este sistema de reparto supone que cada mes, las pensiones se pagan con el dinero que han aportado, con sus cotizaciones, la totalidad de los afiliados. Se habla, pues, de un sistema solidario en el que las nuevas generaciones pagan las pensiones de los mayores.
Así pues, mientras más trabajadores contribuyan al pago de las nóminas de las pensiones, mayor será la solidez económica de las cuentas de la Tesorería de la SS. En el análisis de las últimas cuatro décadas, el registro máximo se alcanzó en 2007, con 2,71 afiliados por cada pensionista, y el mínimo en 1996, con 2,06 cotizantes por pensionista. Para encontrar una cifra superior al actual 2,47 hay que remontarse a 2010 (2,56) y de los últimos cuarenta años, solo en siete ocasiones la ratio ha sido superior a la actual, todos ellos por encima del 2,5.
Para que el sistema de reparto funciones, los expertos apuntan a que como mínimo, se precisa 2 cotizantes por pensionista, una ratio que se ha superado desde 1988, según los datos del Ministerio de Inclusión a los que ha tenido acceso On Economía. Aunque en 1995, 1996 y 1997 se colocó peligrosamente por debajo de 2,1.
Con matices
Sin embargo, tan importante como el número de afiliados a la Seguridad Social, responsables en última instancia de pagar la nómina mensual de las pensiones, es el nivel salarial que tienen. En este sentido, Miguel Ángel García Díaz, director general de la Seguridad Social en el Gobierno de Mariano Rajoy y vice consejero de empleo en el primer gobierno popular de la Junta de Andalucía, señala que la ratio de este año no es equivalente a la de años atrás. Un argumento que sustenta en el fuerte aumento de personas con jornadas reducidas -muchos de ellos con contratos indefinidos- con salarios igualmente reducidos.
El economista y profesor universitario de la Universidad Rey Juan Carlos I señala que en 2008, con la ratio más alta desde que hay datos, tan solo el 3-4% de los afiliados a la Seguridad Social trabajaban a tiempo parcial, y actualmente ronda el 20%. Por tanto, aunque reconoce el buen dato, señala que eso “no significa que el sistema esté en una mejor posición, porque además del número de cotizantes hay que analizar por cuánto se cotiza y debemos tener en cuenta que la productividad está estancada desde 2018”. Concluye, pues, que no podemos comparar esta ratio con la de 1995.
Respecto al futuro del sistema considera que, más allá de la evolución de la ratio cotizantes/pensionistas, pesarán dos factores determinantes: la evolución de la productividad, que actualmente está en un 0,4%, y el incremento de los pensionistas con los máximos del baby-boom. Y de aquí a 2050, se incrementará en un 50%, lo que significa pasar de 9,4 millones a algo más de 14 millones. García Díaz recuerda que actualmente, la Seguridad Social recibe del Estado, vía impuestos, 60.000 millones de euros cada año, sin los cuales, se generaría un déficit mucho mayor.
Un segundo aspecto que distorsiona la actual ratio es la transición de los funcionarios del modelo de Clases Pasivas a la Seguridad Social, que se está haciendo de forma progresiva. Pero mientras que la mayoría de los funcionarios suman hoy como cotizantes a la Seguridad Social, no lo hacen del lado de los pensionistas. Eso supone que hay un millón de personas que cobran por Clases Pasivas que no computan en el actual ratio del 2,47, mientras que el número de cotizantes por este régimen se ha reducido a 300.000. El resto ya está en la Seguridad Social.
Aflorar cotizaciones
Jesús Cruz Villalón, catedrático de Derecho Laboral de la Universidad de Sevilla, califica de “positivo” que la ratio se coloque cerca del 2,5, pues “la fuente de financiación del sistema de pensiones son las cotizaciones sociales, por lo que el crecimiento del empleo tiene una repercusión inmediata sobre el equilibrio financiero”. Por este motivo, señala que, como apunta Airef, para fortalecer los ingresos se deben considerar medidas no solo en materia de Seguridad Social, sino también “en el ámbito del mercado de trabajo, pues fortaleciendo el empleo, se refuerzan los ingresos”.
Así, para el experto laboral son importantes acciones que aumenten el número de cotizantes, “aunque lo sean a tiempo parcial” como el afloramiento de empleo irregular, junto con la regularización de inmigrantes con los procedimientos de arraigo. Pero también, son relevantes medidas que incrementen los salario y, por consiguiente, el volumen de cotizaciones. En esta línea, apunta “el fuerte crecimiento del SMI o la reducción de los falsos autónomos, que “si bien no incrementa el número de cotizantes, los pasa del régimen especial de autónomos al régimen General y con ello se incrementa lo cotizado”.