El Instituto de Estudios Económicos, perteneciente a la CEOE, ha alertado este miércoles del incremento de la presión fiscal durante el pasado año al 39% del PIB, 1,3 puntos superior a 2022, según se recoge en el informe Competitividad fiscal 2023. El endurecimiento de la fiscalidad empresarial en España ralentiza el crecimiento económico, presentado por el presidente del IEE, Íñigo Fernández de Mesa, y su director general, Gregorio Izquierdo. El think tank de la patronal española denuncia el “fuerte incremento de la presión fiscal que se viene produciendo en los últimos años, reconoce que todavía está por debajo de la media comunitaria".

Así, el informe señala que este fuerte incremento ha reducido “el diferencial de la presión fiscal española respecto a la media de la Unión Europea, que alcanzó un 40,2% para 2022, mientras que, en España, en 2022, según datos de Eurostat, ha alcanzado un 37,7%, en un momento de gran incertidumbre económica”. El trabajo del IEE señala que este incremento de la presión fiscal se ha realizado mediante la introducción de nuevos tributos (en referencia al aplicado a la banca, las energéticas y el de las grandes fortunas) o la reforma de los existentes, que afectan a la tributación empresarial y al ahorro e inversión.

Mayor presión para las empresas

No obstante, el think tank de la patronal matiza que este diferencial con la presión fiscal comunitaria no “se debe a la presión fiscal sobre empresas y empresarios; de hecho, la presión fiscal empresarial está, según Eurostat con los últimos datos disponibles de 2022, en un nivel superior al de la media de la Unión Europea. En concreto, la recaudación del impuesto sobre sociedades supuso, en España, un 2,7% del PIB, y las cotizaciones empresariales a la Seguridad Social, un 9,5% del PIB, qué combinadas suponen un 12,2% del PIB”, señala el informe. Por otro lado, apuntan que la media de la UE es de un 3,3% en el impuesto sobre sociedades y un 7,1% en cotizaciones sociales a cargo de las empresas, lo que señala que España está 1,8 puntos por encima de la media europea. No obstante, existe una polémica sobre si las cotizaciones sociales se pueden considerar impuestos o no. OCDE calcula la presión fiscal sumando impuestos y cotizaciones sociales.

El informe del IEE sigue la tesis de la OCDE y calcula la presión fiscal con la suma de las cotizaciones. “Si hacemos el análisis sobre el porcentaje que aportan las empresas al total de la recaudación, en España las cotizaciones empresariales a la Seguridad Social suponen un 25,2% del total de la recaudación, mientras que en la UE la media es del 17,7%. Por su parte, el impuesto sobre sociedades supone un 7,2% del total frente a un 8,1% en la UE. En conclusión, nuestras empresas aportan un 32,4% frente a un 25,8% de media en la UE”, señala el informe.