El Gobierno ha renunciado a 60.400 millones de euros en créditos europeos, que equivalen al 72,6% de los fondos que la Unión Europea había puesto a disposición de España para el período 2021-2026 dentro del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR).

Después del Consejo de Ministros de este martes, el titular de Economía, Carlos Cuerpo confirmó en rueda de prensa que, de los 83.200 millones de euros asignados a España en forma de créditos, tan solo se van a pedir 22.800 millones porque, según dijo, se están financiando en los mercados a costes inferiores a los establecidos para los préstamos europeos. O sea, sale más a cuenta acudir a los mercados –especialmente a través de los bonos del Tesoro– que aceptar las condiciones crediticias de los fondos europeos.

El Gobierno ha aprobado este martes una nueva adenda al plan de recuperación: por una parte, renuncia a créditos, pero, por la otra, agiliza la llegada de subvenciones (las transferencias no reembolsables pendientes). Según el ministro, el objetivo es agilizar procedimientos para garantizar que se ejecuten el 100% de las transferencias pendientes, que alcanzan los 24.800 millones.

Cuerpo ha aclarado que los préstamos del plan de recuperación se plantearon "como una red de seguridad para poder dar continuidad a las inversiones", que ahora van a seguir disponibles "pero con una red de seguridad que será nacional y no europea", lo que conlleva una menor carga administrativa y una mayor flexibilidad. Desde el ejecutivo se indicó hace unos días la intención de renunciar a una parte de los créditos, pero se desconocía el volumen.

Respecto a las transferencias no reembolsables, hasta ahora se han ejecutado 55.000 millones del total de 79.800 millones de euros que le corresponden a España, un 70%, por lo que quedan pendientes 24.800 millones, ha detallado Cuerpo. El objetivo es ejecutar el 100 % de ese dinero, por lo que la nueva adenda aprobada este martes conlleva la reducción de la carga administrativa y se facilita la verificación de los hitos, además de que se refuerzan las prioridades estratégicas que conlleva el plan de recuperación con nuevas inversiones y se mantiene el grado de ambición.

Según recoge la agencia Efe, Cuerpo también ha subrayado que en la adenda se incluye la inyección de capital de 13.000 millones de euros al Instituto de Crédito Oficial (ICO), lo que consolida su capacidad para responder a las posibles necesidades de financiación de la economía más allá del 2026.

La UE aprobó en 2020, durante la pandemia, los fondos Next Generation (NGUE), de los que España debía ser el segundo mayor receptor solo por detrás de Italia. En total, España aspiraba a 163.014 millones de euros, de los que 79.854 millones eran transferencias a fondo perdido (subvenciones) y 83.160 millones correspondían a créditos reembolsables. Al final, el Gobierno solo pedirá 22.800 millones en créditos reembolsables, dejando sin utilizar cerca de 60.400 millones de euros.