China culpa a Estados Unidos –concretamente, a Donald Trumpde la escalada de tensiones y amenaza con nuevas contramedidas. Sobre el recrudecimiento de la guerra comercial entre las dos grandes economías mundiales, un portavoz del ministerio chino de Comercio aseguró este domingo de forma tajante que “no la queremos, pero no la tememos”.

Hace unos días, Pequín anunció restricciones a la exportación de tierras raras y productos relacionados con su procesamiento, a lo que Trump respondió con la amenaza de imponer aranceles del 100% a los productos chinos y más controles a la exportación de tecnología. Pero, ¿quién inició este pulso?.

El portavoz del ministerio chino de comercio mantiene que, desde la última ronda bilateral de negociaciones en Madrid en septiembre pasado, Estados Unidos ha "introducido continuamente una serie de nuevas restricciones contra China", incluyendo la inclusión de empresas chinas en una lista negra comercial.

Esta escalada de tensiones se produce precisamente antes de la cumbre prevista para finales de este octubre entre Xi Jinping i Donald Trump, que concertaron reunirse en Corea del Sur para tratar de las relaciones comerciales. La última vez que hablaron personalmente fue del 18 de septiembre pasado, por teléfono, cuando llegaron a un acuerdo para que TikTok siguiera operado en Estados Unidos.

Las actuales tensiones no alcanzan el nivel de hace unos meses, cuando Trump impuso aranceles del 145% a China y Xi respondió con gravámenes del 125% a los productos estadounidenses, que luego retiaron.

En el comunicado de este domingo, el portavoz ministerial chino indica que "esperamos que Estados Unidps reconozca su error, avance con China en la misma dirección y regrese al camino del diálogo y las consultas". Advirtió a Washington de que adoptarán más medidas “para protegerse” si cumplen con las amenazas.

Pequín acusa Estados Unidos de abusar del concepto de seguridad nacional a la hora de aplicar controles de exportación que consideran discriminatorios, en especial sobre el sector de los chips y la tecnología de fabricación de semiconductores. Este portavoz aseguró que, desde la cumbre de Madrid, Washington ha aprobado una nueva tanda de medidas restrictivas contra China y que la lista de exportaciones controladas por parte norteamericana supera los 3.000 artículos frente a los 900 de la lista del país asiático.

En declaraciones a Financial Times, Feng Chucheng, fundador de Hutong Research, una consultora independiente con sede en Pequín, apuntó que, tras las conversaciones de Madrid, ambas partes se mostraron dispuestas a evitar una escalada. Sin embargo, todo cambió tras la decisión estadounidense de septiembre de endurecer los controles de exportación a las empresas chinas para dificultar la elusión de las normas diseñadas para frenar la capacidad de China para desarrollar semiconductores avanzados.

Wang Dong, director del Instituto para la Cooperación y el Entendimiento Global de la Universidad de Pequín, también dijo a Financial Times que la "sorpresa" de Trump al ser afectado por los nuevos controles refleja la mentalidad previa de Estados Unidos de que podía "imponer aranceles a China con impunidad". "Como mínimo, existe un arraigado sentimiento de arrogancia y autocomplacencia por parte de Estados Unidos", declaró Wang.