La dificultad de los jóvenes para acceder al alquiler o a la compra de un piso está disparando la demanda de alquiler de habitaciones en casas de particulares que o bien tienen un espacio disponible o bien prefieren alquilar en régimen de compartición los pisos que tienen disponibles antes que arrendarlos a una única persona o familia. También hay mucho de interés en este tipo de alojamiento entre los extranjeros residentes temporalmente a la ciudad, ya sea por estudios o por negocios.

El interés es tal que la demanda se ha disparado hasta un 40% en ciudades como Madrid y Barcelona, superando los niveles prepandemia, y tensionando los precios de mercado hasta el punto en el cual la capital catalana se ha convertido la ciudad más cara de España, según datos de la plataforma especializados en alquileres por término medio y larga duración Spothome, difundidas por Efe. Alquilar una habitación en Barcelona cuesta 603 euros mensuales, y acostumbra a incluir las facturas de los suministros, mientras que en Madrid es de 558 euros y en Palma llega a 516 euros. Además de Barcelona y Madrid, la demanda de habitaciones para alquilar también está creciendo en Valencia.

Las habitaciones, el 20% del parque en alquiler

Con estos niveles de renta, la plataforma asegura que alquilar una habitación en pisos compartidos, en los que el baño se comparte con otra persona, es un 60% más barato que optar por un piso completo. "Los propietarios ven que se pueden saltar las limitaciones para el arrendamiento de una vivienda y pueden, por ejemplo, pasar de cobrar 1.800 euros en el mes por un piso de 110 m2 en el Eixample (Barcelona) a ganar 2.800 si alquilan por separado las 4 habitaciones", ha detallado el profesor de economía y director del máster inmobiliario de la Universidad de Barcelona (UB), Gonzalo Bernardos. Según los datos de este experto inmobiliario, el 20% del parque de viviendas de alquiler en Barcelona (sin contar el turístico) ya se está dedicando al mercado de las habitaciones, en parte por|para la gran solicitud de los estudiantes extranjeros y españoles que se trasladan a la ciudad para estudiar. Así, el 80% de la demanda en Barcelona y el 70% en Madrid procede de los estudiantes de máster, grado y posgrado.

Spothome corrobora que los usuarios de estas habitaciones en Barcelona, Madrid o Valencia son jóvenes de entre 18 y 30 años que hacen cursos de posgrado o tienen una oferta de trabajo en la ciudad. Muchos son extranjeros y tienen un poder adquisitivo superior al de la media de su edad en España. "Barcelona y Madrid reciben mucha demanda internacional de jóvenes estudiantes o de profesionales que vienen atraídos por compañías instaladas aquí. La subida de los precios del alquiler de viviendas enteras junto con la caída de la oferta está ejerciendo presión sobre los alquileres de habitaciones", ha explicado a Efe el director de la cartera de España de Spothome, Álvaro Marín. El portavoz de la plataforma inmobiliaria asegura que muchos propietarios de pisos deciden alquilar habitaciones "porque ofrecen más estabilidad de la renta que un piso entero ya que cada vez es más difícil encontrar a una familia que pague los precios altos".

La escasez de vivienda completa de alquiler condiciona también en gran medida la oferta disponible en el centro de las ciudades, ha subrayado Bernardos, que concluye que "no hay vivienda de alquiler" y la que hay es "carísima" en Barcelona y Madrid. "Incluso al extrarradio la oferta es pequeña. En Móstoles o Leganés se están pidiendo 800 y 850 euros en el mes. El único mercado donde la gente puede acudir en estas circunstancias es el de las habitaciones de alquiler", afirma.