El Ayuntamiento de Teruel y el Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón unen fuerzas para optimizar la gestión de los sistemas de riego de zonas verdes urbanas mediante un acuerdo que se formalizará en el Pleno Municipal de este mes de julio. El objetivo de este acuerdo es la realización de una investigación que estudiará la metodología de riego en algunas zonas verdes y realizará un diagnóstico con el fin de analizar su eficacia y eficiencia, además de definir estrategias para la reutilización del agua de riego o reservorios locales y diseñar un entorno digital de almacenamiento y manejo de la información que se genere.

Más eficiencia
Así y de la mano de la investigadora Raquel Salvador, el CITA proporcionará herramientas digitales que permitirán diagnosticar la calidad y eficiencia del riego en dos parques turolenses: el de Los Fueros y el del Polígono Sur. En ambos, se colocarán sensores y la experiencia se utilizará, explican desde el consistorio turolense, “como piloto para la implantación del software de apoyo a la gestión del riego en zonas verdes.
¿Qué está previsto?
Entre las actuaciones previstas se encuentra la determinación de la uniformidad del riego en zonas verdes urbanas a través del software de simulación de riego por aspersión, tarea que se llevará a cabo en el Parque de Los Fueros.. El CITA realizará un informe sobre las posibles mejoras a aplicar en la zona de estudio para aumentar la calidad del riego con el mínimo coste posible que será proporcionado al Ayuntamiento para su conocimiento y que pueda, si lo considera oportuno, realizar las mejoras propuestas. Otra de las actuaciones se refiere a la sensorización de las zonas verdes, que se realizará en el parque del Polígono Sur y en otras localizaciones que se consideren interesantes para la comparación de los datos recabados. El CITA realizará un estudio previo para seleccionar los sensores más adecuados con el fin de conocer el estado hídrico y general tanto de especies leñosas como en zonas de césped. Por último, en lo que se refiere a cuantificar y definir posibles estrategias para la reutilización del agua de riego o reservorios locales, se definirán conjuntamente con el Ayuntamiento las tareas a desarrollar para la evaluación de los posibles usos del agua de escorrentía de la zona de las laderas, así como un pequeño estudio sobre la erosión del suelo producida por la lluvia en esta zona. Los resultados se espera se obtengan en dos años y se trata de una experiencia pionera en Aragón y en ciudades del tamaño de Teruel.