Ser una gran compañía tecnológica, en los tiempos que corren, significa estar en el punto de mira de los reguladores para evitar utilizar tu posición de poder con el objetivo de ejecutar prácticas monopolísticas que puedan afectar no solo a la competencia, sino también a los usuarios. Y si no, que se lo digan a Apple y Google en la Unión Europea. La firma de la manzana mordida ha tenido que permitir la instalación de tiendas de aplicaciones alternativas, y el gigante de Internet cuenta a sus espaldas con multas de miles de millones de euros por prácticas anticompetitivas relacionadas con Android y AdSense.
Tras el Brexit, las imposiciones de la Unión Europea no afectan al Reino Unido, pero eso no significa que no siga de cerca sus movimientos y que no esté dispuesto a seguir sus pasos. Al parecer, la agencia antimonopolio busca imponer nuevos controles al estilo europeo a las grandes empresas tecnológicas, centrándose en Apple y Google.
Las intervenciones propuestas podrían recortar hasta un 30 % las tarifas que Google y Apple y cobran por las transacciones digitales a través de sus tiendas de aplicaciones móviles, además de evitar que diseñen sus sistemas para favorecer sus propias aplicaciones y servicios, aumentando la distancia con terceros desarrolladores.
Las decisiones planteadas por la Autoridad de Competencia y Mercados del Reino Unido decepcionan a los usuarios
La Autoridad de Competencia y Mercados del Reino Unido aseguró hace unos días que esperaba designar a Apple y Google bajo el nuevo régimen de mercados digitales por su “estatus de mercado estratégico”, lo que permitiría a la agencia imponer una serie de reglas de conducta. El próximo mes de octubre se tomaría la decisión final sobre esta designación, y también se iniciarían consultas sobre posibles intervenciones.
Sarah Cardell, directora ejecutiva de CMA, dijo que la investigación de la agencia había “identificado oportunidades para una mayor innovación y elección” en los teléfonos inteligentes, incluyendo permitir a los desarrolladores indicar a los clientes que paguen o se suscriban a servicios digitales fuera de las tiendas de aplicaciones, además de garantizar una mejor “interoperabilidad” entre los servicios de Apple y los de terceros. Esto es, que funcionen mejor las billeteras digitales, relojes inteligentes y otros productos.
Por si fuera poco, la CMA tambíén examinará los servicios de inteligencia artificial disponibles en los dispositivos móviles de ambas compañías, como pueden ser Siri y Apple Intelligence, así como Gemini de Google “para garantizar la igualdad de condiciones en este sector que avanza rápidamente”. No obstante, la organización dejará para el próximo año la decisión de si Apple debe permitir que las apps se distribuyan por tiendas alternativas, lo que ha despertado la indignación y el desconcierto de algunos grupos de defensa de los desarrolladores.
Tim Sweeney, director de Epic Games, la compañía tras el desarrollo de Fortnite (el videojuego que empezó toda la disputa con Apple por los pagos a través de la App Store", está decepcionado con las intervenciones planeadas por la CMA al ser “sorprendentemente débiles”, y calificando la decisión retrasada sobre las tiendas de aplicaciones alternativas como una “oportunidad perdida”