Según Citroën, a la dictadura de los SUV le quedan cuatro días, pero lo cierto es que, si repasamos la lista de los diez coches más vendidos este pasado mes de marzo en España, nos encontramos con que siete son todocaminos. Su éxito tiene que ver, entre otros elementos con la sensación de que se trata de coches más seguros que los turismos convencionales, pero un reciente estudio de Consumer Reports, la revista que desde 1936 publica el equivalente estadounidense a la OCU, dice justo lo contrario.

Falsa sensación
Ni los SUV ni los crossover, que son los coches que, según Citroën, van a relevar a los todocaminos en las preferencias del público: ninguno de ellos es, según Consumer Reports, más seguro que un turismo convencional. Su peso y su centro de gravedad más elevado hacen, respectivamente, que los daños que provocan en caso de colisión sean mayores y que su tendencia a volcar supere la de un turismo convencional. Además, la distancia libre hasta el suelo que presentan -su principal elemento diferencial- hace que sean más inestables en curvas o cuando se circula a grandes velocidades.
Maniobrabilidad
Los todocaminos son, por tanto, coches más pesados, grandes e inestables. La conjunción de estos tres factores hace que, en consecuencia, sean menos maniobrables en espacios limtiados como, por ejemplo, un aparcamiento o, también, un entorno urbano. ¿Quién gana pues con los SUV? Muy fácil: las marcas, que nos han convencido para que compremos coches más grandes y más caros, las petroleras; que se aseguran un mayor consumo de carburante ya que, a mayor peso, más gasto; y, por supuesto, los chapistas.