Son caros, al cabo de diez años  sus baterías pueden alcanzar un nivel de degradación que los convierta en inservibles y, ahora además, ni siquiera Toyota, la marca que lanzó en 1997 el primer automóvil híbrido de la historia, cree que sean una buena solución. El coche eléctrico, como explicábamos aquí mismo hace unas semanas, va camino de convertirse en una broma de mal gusto.

bz4x
 

¿Qué dice Toyota?

En Toyota consideran que el futuro de la automoción debe incluir, y así lo cuenta Gill Pratt, máximo responsable del Toyota Research Institute, “diversidad de cadenas cinemáticas” y, por eso, en la marca combinan vehículos híbridos, coches propulsados con hidrógeno, automóviles de combustión y, también, coches eléctricos como el bZ4X. “El tiempo demostrará que nuestro punto de vista es el correcto”, señala Pratt. El fabricante japonés tiene previsto vender al año 5,5 millones de vehículos con motor de combustión interna e híbridos enchufables y 3,5 millones de coches eléctricos a partir de 2030. En ese año, marcas como Audi, Jaguar, Mercedes u Honda esperan, o eso han anunciado, vender sólo coches eléctricos.

Es el litio, estúpidos

Toyota da por hecho que la cantidad de litio seguirá siendo en el futuro inmediato insuficiente para cubrir la demanda de un parque móvil mundial exclusivamente eléctrico y, por ello, plantea diversificar las respuestas a una necesidad, la de reducir las emisiones de dióxido de carbono generadas por los vehículos particulares y de transporte. La solución óptima, consideran, son los coches híbridos porque una gran flota de vehículos de este tipo tendría un impacto más beneficioso sobre las emisiones que una pequeña flota de eléctricos como la que hoy existe y la que, si las ventas de este tipo de coches no se disparan, existirá a medio plazo. Toyota recuerda, además, que todos los compromisos de electrificación plena que formulan sus competidores se plantean incluyendo, siempre, un añadido: si las condiciones lo permiten.