La Asociación Cruz de Borgoña organiza cada verano un campamento con niños desde los 8 años con el objetivo de "formar" a los niños y a adolescentes en esta ideología. ¡Algunas de las actividades diarias de este campamento, que cada año se organiza en la Sierra de Gredos, incluyen el rezo del rosario, izado y arriado de bandera que acaba con uno "Viva Cristo Rey"!, así como la oración de la mañana y de la noche. No se trata de unas colonias estivales al uso, ya que según relata elDiario.es, tres banderas coronan el espacio ocupado por las tiendas de campaña en una estructura armada en forma de cruz. En uno de los extremos, la de España, en otro la de Castilla y León, y en el tercero, en una posición más alta, la de la cruz de San Andrés, que era utilizada por los carlistas durante la Guerra Civil.

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Campamento carlista organizado por la Asociacion Cruz de Borgoña en un vídeo difundido a Youtube

El digital explica que el campamento, que empezó el 1 de agosto en Hoyo del Espino, en Ávila, está organizado por la rama juvenil del carlismo ultraderechista en España. Esta ideología todavía existe a través de organizaciones minoritarias, entre las cuales destaca la Cruz de Borgoña, que organiza actividades para niños y jóvenes que tiene vínculos con la Comunión Tradicionalista Carlista (CTC), el lema del cual es "Dios, Patria, Fueros y Rey". A pesar de que, en las páginas web no se señalan posibles nexos, ambas comparten sede central en Madrid. Además, esta entidad organiza el Encuentro Tradicionalista de Familias, que se celebra el último día del campamento como colofón final.

Los "pelayos" y las "margaritas"

Hasta el momento del encuentro de familias, los niños pasan 15 días haciendo deporte, gincanas, y muchas otras actividades marcadas por la ideología carlista y ultracatólica. A través de las redes sociales de la entidad se puede ver imágenes donde se ven actividades, juegos y excursionistas, pero también aparecen escenas de ofrendas arrodillados, el conocido como "rosario de las antorchas", canciones en los requetés —tercios carlistas que lucharon con Franco—, y los niños se cuadran cuando suena el orden de "firmes". Además, algunas de las actividades también incluye talleres con plastilina con la cual recrean figuras o banderas carlistas.

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Figueres creadas en los campamentos carlistas en una imagen de su cuenta de Instagram

El campamento divide a los niños en tres grupos en función de su edad, que es desde los 8 años hacia adelante. Cada uno de los grupos tiene como nombre escenarios de batallas de gran peso simbólico durante las guerras carlistas. Alto de Muru, para niños de hasta los 11 años, Oriamendi, de 12 a 15 años, y Montejurra, de los 16 hacia adelante. La última referencia se trata de una montaña de más de 1.000 metros de altitud, que fue escenario de los combates durante la Tercera Guerra Carlista y se ha convertido el lugar preferido de peregrinación para los carlistas de ultraderecha.

Todos los asistentes en el campamento llevan las clásicas boinas de los requetés, que se movilizaron justo después del golpe de Estado de 1936 y tuvieron un papel clave como milicia armada durante la Guerra Civil. Así pues, los niños llevan boinas rojas, y las niñas boinas blancas. Además, Cruz de Borgoña se dirige a ellos como "pelayos" y a ellas como "margaritas", que fueron las dos ramas —juveniles y femeninas— que tuvo el carlismo en los años 30 y durante la dictadura de Franco.

Rituales religiosos

En el campamento también tienen un papel clave las misses y los rituales religiosos. Según las imágenes compartidas por la asociación, visitaron el Convento de la Encarnación de Ávila, y antes de cada excursión a la naturaleza son bendecidos por un cura. Hay activades y rituales habituales en estos encuentros, como los cánticos que hacen cuando se marchan los grupos que va de ruta: "Se marchan los requetés, se marchan, se marchan al frente". Los organizadores del campamento, que existe desde 1986, afirman que "el objetivo es formar para la mañana personas que, conociendo sus raíces, sean católicos, coherentes y comprometidos con la vida social". Según la hoja informativa de las colonias tienen un coste de más de 300 euros y entre todas las actividades destacan la formación católica, la Historia de España y del carlismo y la formación "en virtudes". La asociación ha evitado pronunciarse sobre la forma en cómo se transmite el pasado de España a estos niños.