El anuncio del veto a la compañía Huawei desde los Estados Unidos es, sin duda, la noticia tecnológica de lo que va de 2019. Desde que Donald Trump firmara la orden ejecutiva para que se aplicara el veto apenas hace una semana, no han dejado de sucederse las noticias en contra de los intereses de Huawei. Un asunto que, pese a que la propia compañía asiática trata de suavizar constantemente, tiene a los usuarios de sus dispositivos entre confundidos y nerviosos, aunque sus derechos como consumidores les asistan.

A pesar de todo, parece que próximamente podría llegar una solución al conflicto internacional. Pero antes, vamos a ver cuáles han sido los varapalos que Huawei ha ido sufriendo en los últimos días desde algunos de los principales actores del sector tecnológico.

Google

La propietaria del sistema operativo móvil más popular en el mundo fue la primera que encendió la mecha del caso Huawei cuando se filtró que desde la compañía de Mountain View rompían de manera unilateral su acuerdo de licencia de Android con la tecnológica china. De esta manera, todos los usuarios de Huawei verían interrumpidas las actualizaciones del sistema operativo de sus teléfonos y la utilización de servicios tan preciados como Google Maps o Gmail. Un hecho que, horas después, desde el Departamento de Comercio de los EE.UU. notificaron que contaría con una moratoria de tres meses, hasta el mes de agosto.

Grandes empresas se suman al veto

Pero Google no ha sido la única compañía de importancia que se ha posicionado del lado del veto norteamericano. ARM, uno de los fabricantes más importantes de microchips en el mundo y cuyos componentes son decisivos en la arquitectura para la construcción del procesador de cualquier dispositivo móvil. Esta decisión de ARM –que por cierto es una compañía británica cuyo propietario es japonés– es aún más grave para los intereses de Huawei.

Por si fuera poco, a Google y ARM le han seguido otros como la japonesa Panasonic que fabrica algunos componentes para los terminales de Huawei. Y el último en sumarse al veto ha sido el también nipón Toshiba, que ha suspendido sus envíos a Huawei hasta nuevo aviso.

Trump apunta a un posible arreglo

Y cuando las fichas de domino no dejaban de caer en contra de los intereses de Huawei, Donald Trump sorprendía ayer jueves afirmando que el caso de la compañía Huawei Technologies podía llegar a ser incluída dentro de un acuerdo comercial entre Estados Unidos y China. Según el presidente norteamericano, hay “probablemente una buena posibilidad” de que las dos partes lleguen en último término a un acuerdo.

En palabras de Trump desde la propia Casa Blanca, “Huawei es algo muy peligroso. Si miras a lo que han hecho desde un punto de vista de la seguridad, desde un punto de vista militar, es muy peligroso”. Para añadir más tarde que “si hacemos un trato (con China), me puedo imaginar a Huawei incluída de alguna forma o en alguna parte de un acuerdo comercial”.

Quizá, por tanto, después del enorme revuelo que se ha formado en los últimos días, el caso Huawei quede en una simple advertencia de EE.UU. hacia China y se vaya a utilizar solamente como arma de presión para poder acordar un trato comercial de gran alcance entre ambas potencias. Aún no se puede afirmar nada, pero lo cierto es que las declaraciones de Trump han abierto una ventana a la esperanza a los millones de usuarios que Huawei tiene en todo el mundo.