Se llama Mazor Stealth Edition, lo ha desarrollado el especialista en equipos médicos estadounidense Medtronic y trabaja el Instituto Clavel del Hospital QuirónSalud de Barcelona, donde trabaja como asistente del equipo de cirujanos. Y, sí, aciertas: es un robot. En concreto, un a plataforma para cirugías de columna que incluye un brazo robotizado.

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Trayectorias seguras y exactas

El responsable de cada operación en la que interviene es, por supuesto, un cirujano humano, que se encarga de planificar las operaciones de columna en las que toma parte. Son, siempre, operaciones que buscan mejorar la vida de pacientes con patologías de columna que no mejoran con tratamientos conservadores. Entre ellas se cuentan patologías degenerativas tales como la hernia de disco, la discopatía degenerativa o la estenosis del canal lumbar. Las fracturas vertebrales y los casos de inestabilidad de columna figuran también entre las dolencias que pueden ser mejoradas con estas intervenciones. Todas, además, empiezan igual: con el cirujano planificando la trayectoria de los implantes sobre las imágenes TC del paciente en la estación de trabajo del robot. La precisión, explican desde QuirónSalud, mejora en un 100%.

¿Y la operación?

Con las trayectorias trazadas, el paciente en la mesa operatoria y el robot sujeto a ésta, se inicia el registro y la adquisición de imágenes con el brazo robótico. A partir de ellas, el sistema procede a un análisis y emparejamiento de imágenes de diferentes modalidades y, después, el software específico diseñado para tal fin guía al brazo robótico para seguir la planificación del cirujano, que es quien coloca los implantes que puedan necesitarse utilizando el sistema de neuronavegación en tiempo real y con la ayuda del brazo robótico, que actúa como guía.

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Sus ventajas

La principal ventaja del robot Mazor Stealth Edition de Medtronic es su precisión, mucho mayor que la de un cirujano humano cuando se trata, por ejemplo de algo tan complejo como colocar tornillos a nivel lumbar, dorsal o, en un futuro, cervical.  Para el paciente, la precisión permite reducir el tiempo de exposición a radiaciones ionizantes y el número de incisiones. Se pierde, por tanto, mucha menos sangre, el dolor postoperatorio es menor y se reduce el riesgo de infecciones.