Las dinámicas climáticas de las últimas décadas han incrementado los riesgos de socavamiento o rebasamiento de muchos de los paseos marítimos de la costa mediterránea. Para garantizar su futuro, el Centro Internacional de Investigación de los Recursos Costeros ha elaborado; en colaboración con el Laboratorio de Ingeniería Marítima de la UPC, el Servicio Meteorológico de Catalunya, Puertos de la Generalitat y la Oficina Catalana del Cambio Climático; un estudio sobre la adaptación al cambio climático de 45 puertos y 31 paseos marítimos representativos del litoral catalán. Siguiendo las recomendaciones allí recogidas parece que estos espacios urbanos de disfrute y recreo sí pueden tener garantizado el futuro.

Paseos
En Catalunya, los paseos marítimos con más riesgo de socavamiento o de rebasamiento se encuentran en el Maresme y en algunos tramos del Garraf, el Tarragonès y el Baix Ebre, mientras que los puertos de la mitad norte del litoral están más expuestos a la pérdida de operatividad y a la inundación de las tenazas y embarcaderos por la subida del nivel del mar. El estudio clasifica los 31 paseos evaluados en 3 grupos, según sus factores de riesgo, principalmente de socavamiento o de rebasamiento. Un primer grupo de 10 paseos marítimos presentan riesgos medios a largo plazo; un segundo grupo, también de 10 paseos marítimos, presentan riesgos altos a largo plazo El tercer grupo, de más riesgo, está constituido por un total de 11 paseos marítimos que presentan riesgos altos a medio plazo y muy altos a largo plazo. Por orden de prioridad de actuación figuran Vilassar de Mar, Premió de Mar, El Masnou, Montgat, Sitges (Playa de la Balsa|Alberca Redonda), Pineda de Mar (Playa de la Riera), l'Escala (Paseo Dr. Jesús M. Isern, La Punta), Llançà (Playa del Puerto), l'Ampolla (Playa del Arenal), Salou (Paseo de Jaume I, Playa de Levante) y Sitges (Playa de la Riera Pequeña). Las actuaciones recomendadas son múltiples y diversas, de emergencia a corto plazo, y estructurales a medio y largo plazo, con refuerzo de estructuras, creación de nuevas, o cambios de pavimento y drenajes, entre otros.
Puertos con riesgo de inundación
De los trabajos sobre los 45 puertos -todos los puertos marítimos catalanes, excepto los de Barcelona y Tarragona, que pertenecen a los Puertos Autónomos del Estado-, se desprende que el riesgo mayor que tienen es la pérdida de operatividad y, eventualmente, la inundación de las tenazas y embarcaderos por|para la subida del nivel del mar. En el caso de los pantalanes, el impacto es un poco menor, dado que en algunos puertos existen pantalanes flotantes que se pueden adaptar con relativa facilidad a esta subida de nivel. Los puertos de la mitad norte del litoral catalán están más expuestos que los de la mitad sur ya que, en general, el oleaje es más energético en esta zona.
Los puertos analizados están, en general, fuerza bien preparados para afrontar la inoperatividad debida el cambio climático en el horizonte 2050: el 75% de los puertos tienen riesgo cero, muy bajo o bajo. Por el contrario, el año 2100, el 91% presentarán un riesgo alto o muy alto. Otro riesgo detectado es la agitación. Entre un 16% y un 25% se encuentran ante un riesgo alto o muy alto de agitación excesivas, dependiendo del escenario considerado. Eso es especialmente relevante en la zona portuaria norte, donde se presentan riesgos elevados de rebasamiento significativo de los diques contra el oleaje. En el conjunto de puertos del litoral catalán el riesgo es en entre un 23% y un 34%. Con respecto a la estabilidad de estos diques, entre el 41% y el 54% de los puertos tienen un riesgo alto o muy alto de inestabilidad en alguno dique, dependiendo del escenario y el horizonte.
Soluciones
El estudio detalla las medidas que harían falta, en función de los niveles de riesgo detectados, para cada puerto e instalación portuaria y para cada escenario y horizonte. Para cada caso y cada puerto, haría falta un proyecto específico de ingeniería que, además, abordara el preceptivo estudio de impacto ambiental. Los medios técnicos necesarios para llevar a cabo las medidas de adaptación ya existen, ya que todas entran dentro de la práctica común de la ingeniería de costas o la ingeniería portuaria. No hacen falta medidas excepcionales, ya que los riesgos detectados ya se presentan actualmente en muchas instalaciones portuarias de todo el mundo.