El pasado mes de enero, The New York Times destapaba los planes de Mark Zuckerberg, CEO de Facebook, de unir los sistemas de mensajería de sus tres principales aplicaciones: Facebook, WhatsApp e Instagram. Todo eran rumores hasta que ayer el propio Zuckerberg hacía público un comunicado en el que venía a confirmar lo avanzado por el diario norteamericano y en el que también se esforzaba en lanzar un mensaje tranquilizador a los usuarios, los gobiernos y el mercado acerca de la nueva privacidad en la que desde sus cuarteles generales se está trabajando.

Una tranquilidad que es lógica que trate de transmitir –después de los varios escándalos en los que se ha visto envuelto, sobre todo, por lo ocurrido con Facebook en los últimos años–, pero que no se percibe cuando uno repasa con cuidado el contenido de un comunicado que se ha convertido en viral a las pocas horas de publicarse.

Bajo el título ‘A Privacy-Focused Vision for Social Networking’ (‘Una visión enfocada en la privacidad de las redes sociales’), Mark Zuckerberg ponía el acento en la próxima interconexión entre Facebook Messenger, WhatsApp e Instagram y su idoneidad para el usuario de las tres aplicaciones, para que así pueda enviar sus mensajes indistintamente por cualquiera de las herramientas citadas.

Y para reforzar la confianza de quienes miran con lupa las actuaciones de su compañía, revelaba estar desarrollando un mejor sistema de encriptación de extremo a extremo que haga imposible que nadie, ni siquiera desde la propia empresa, sea capaz de detectar el contenido de los mensajes. Asimismo, el CEO de Facebook reconocía que la opción de interconexión entre las tres herramientas se producirá en cada caso siempre que el usuario así lo desee, ya que podrá también mantenerlas activas por separado. Paso a paso enumeraba en su escrito los puntos principales en los que la compañía californiana iba a poner el acento con el cambio: las interacciones privadas, la encriptación, la reducción de la permanencia de los datos, la seguridad y el almacenamiento seguro de los datos del usuario.

¿Por qué te debería preocupar el comunicado?

En primer lugar, porque el máximo mandatario de Facebook no goza ahora mismo de una especial credibilidad por muchas declaraciones públicas llenas de buenas intenciones que realice. Además, la privacidad nos concierne a todos pero hay otros aspectos en los que falla Facebook que tienen más que ver con la intrusión que con el hecho de que se lean los contenidos que escribimos en el día a día.

El asunto al que no hace referencia el comunicado y que es de una gran relevancia es el tan molesto y preocupante factor de la publicidad personalizada. Una publicidad personalizada que cuando comenzó a darse nos sorprendía hasta el punto de no entender cómo Facebook sabía que nos interesaba una marca de zapatillas de deporte o un juego de sartenes antiadherentes al presentárnoslos en nuestro muro, y a la que desgraciadamente parecemos haber acostumbrado, cuando se trata de una de las mayores intromisiones en la privacidad del usuario que se pueden dar. Sobre este aspecto, el texto de Zuckerberg no hace ni una mención.

Pero es aún peor, porque la privacidad que en ese punto está en juego no es la de un usuario con otro u otros, sino la del propio usuario con Facebook, que por omisión en el comunicado amenaza con continuar monitorizando la navegación del usuario y así continuar monetizando su publicidad en base a los intereses de quien pasa tiempo en su red social.

Esta omisión de información se trata por tanto de un silencio que resuena como un grito dentro de un texto que está redactado con el fin de aportar una tranquilidad y una confianza en las que no conviene caer. Las luces rojas de alerta deberían seguir encendidas.