Si hay algo que se valora o se quiere muchísimo de la naturaleza, es su poder de ser ingobernable, “todo vuelve a su cauce” y aunque suele ser una frase muy alentadora, también es cierto que puede anticiparnos que hay desgracias ecológicas que pueden ocurrir como ya ha pasado en España.

Día de Todos los Santos de 1755

Han pasado más de 300 años desde que ocurriera uno de los sismos más fuertes que se han registrado en toda Europa, y el mismo ocurrió en el golfo de Cádiz el Día de todos los Santos.

La falta de experiencias recientes hacen pensar a los españoles de que un Tsunami es el menor de los problemas que tienen en su mente, sin embargo, el Golfo de Cádiz tiene a sus espaldas uno de los Tsunamis más grandes de los cuáles existan registros.

Es una realidad que en España en cualquier momento pudiera ocurrir un desastre de este tipo debido a la estructura que guardan muchas de sus playas y placas tectónicas, el resultado sería bastante negativo para las empresas.

¿En qué se puede refugiar la sociedad?

Una recomendación básica, es el monitoreo constante de todos los temblores y movimientos telúrgicos que ocurren en el mundo y en España específicamente. Un movimiento superior a los 7.5, genera peligro de tsunami, mientras que los menores no.

Pérdidas a nivel mundial

Desde las Oficina de Naciones Unidas, aseguran que entre 1.998 y 2017 murieron más de 250.000 personas por tsunamis de este tipo, como aquel que azotó a España en 1700. Las cifras económicas superaron los 240.000 millones de euros.

Los últimos 100 años han producido cerca de 5.000 víctimas por desastre en promedio, y la gran mayoría de estos desastres tienen que ver con tsunamis o terremotos.

Tsunamis

¿Qué se puede hacer desde España?

Los movimientos de tierras no son habituales en España, pero todas las zonas costeras y de isla deberían recurrir a planes de contención de este tipo de desastres sobrenaturales. Las pérdidas siempre serán incalculables, pero la prevención parece ser vital.

En la zona del Golfo de Cádiz y el Mediterráneo occidental existe un registro histórico de terremotos y tsunamis fuertes. De hecho, Euskadi podría también tener problemas en un futuro con los maremotos. El monitoreo debe ser constante y sin interrupciones de cara al futuro.