Muchos de nosotros tenemos un altavoz inteligente en casa (o dos, o tres…), seguramente desarrollado por una gran compañía tecnológica. Puede que sea un HomePod de Apple, un Nest de Google o un Echo de Amazon. Aunque similares en funciones, cada uno de ellos se integra mejor con unos dispositivos que con otros, además de contar con asistentes de voz distintos.
Sin duda, Alexa es uno de los asistentes de voz más populares del mercado. Viene de serie tanto en los altavoces como en las pantallas inteligentes Echo y Echo Show de Amazon, sin olvidar los reproductores multimedia y televisores Fire TV. Aunque el gigante del comercio electrónico quería que los usuarios utilizaran Alexa para realizar compras online en su plataforma, lo cierto es que la inmensa mayoría apenas usan el asistente para reproducir música, encender o apagar alguna que otra luz, o pedirle el parte meteorológico del día.
Para incentivar su uso, Amazon presentó a finales de febrero de 2025 Alexa+, una versión más avanzada del asistente de voz. Impulsada por inteligencia artificial generativa, mejora notablemente las conversaciones, además de estar más personalizada para cada usuario y tener la capacidad de actuar en su nombre. El problema es que sustentar la IA cuesta mucho dinero, por lo que el CEO de Amazon ya ha dejado caer que, dentro de poco, podríamos tener que aguantar anuncios mientras hablamos con Alexa.
Los anuncios de Alexa+, un arma de doble filo
Alexa+ todavía no está disponible a gran escala. Solo un “afortunado” grupo de clientes estadounidenses pueden acceder al renovado asistente de voz. La compañía ha confirmado que llegará a más países, pero no se espera que lo haga internacionalmente hasta finales de año. Eso no significa que Amazon no esté ya pensando cómo rentabilizar el servicio.
Durante una conferencia con inversores celebrada hace unos días, Andy Jassy, CEO de Amazon, respondió la pregunta de un analista sobre el potencial de Alexa+ para aumentar la interacción a largo plazo, a lo que Jassy respondió: “Creo que con el tiempo habrá oportunidades, ya sabes, a medida que las personas participen en más conversaciones de múltiples turnos para que la publicidad desempeñe un papel para ayudar a las personas a encontrar descubrimientos y también como palanca para impulsar los ingresos”.
Alexa, al igual que muchos otros asistentes de voz, todavía no suponen un gasto adicional para los usuarios. Amazon espera sacar algo de beneficio a través de Alexa+ al jugar un papel más importante en el comercio electrónico, incluyendo la reserva de restaurantes, el seguimiento y pedido de comestibles, así como la recomendación de contenido en streaming basado en los intereses declarados.
Según los informes, Alexa habría costado a Amazon alrededor de 25 mil millones de dólares en cuatro años, por lo que la compañía querría disponer de más vías de ingresos para rentabilizar el asistente de voz. Una de ellas serían los anuncios. De hecho, en las pantallas inteligentes Echo Show ya se muestran anuncios, y los que utilizan los altavoces para escuchar música también podrían oírlos. Algunos anunciantes han mostrado interés en promocionarse a través de Alexa+.
Jassy presentó los anuncios de Alexa+ como una forma de ayudar a los usuarios a encontrar contenido de interés. El problema es que la función parece estar más orientada a resolver los problemas financieros de Amazon que a ayudar a los usuarios a descubrir novedades de forma rápida y fiable. Además, que en mitad de una conversación con el asistente de voz aparezca publicidad de un establecimiento o producto, o que la conversación vaya derivando a ello, no tiene pinta de ser una experiencia especialmente agradable.