Desde el momento de la violación o cualquier otra forma de violencia sexual, independientemente que la mujer decida denunciar o no, ésta se enfrenta a la falta de protocolos claros de actuación y a la ausencia de formación específica de los profesionales que la atienden (policía, personal médico, forense y judicial). Así lo ha expuesto en un informe Amnistía Internacional, que denuncia que no hay campañas de información que aclaren qué hacer cuando has sido violada o cuando has sufrido cualquier otro tipo de violencia sexual. La organización denuncia que los derechos de las mujeres y niñas víctimas de violencia sexual en España no están garantizados.

Este hecho deja vía libre a estereotipos y prejuicios que pueden en duda los testimonios de las víctimas, minimizan las violaciones que sufren e incluso, las responsabiliza de estas. Eso sitúa España en el lugar 25 de 32, con respecto a número de denuncias presentadas por violencia sexual, 2,65 por cada 100.000 habitados, según datos del Eurostat 2015.

Los datos

El 13,7% de las mujeres residentes en España de 16 años o más han sufrido violencia sexual a lo largo de su vida, de parejas, exparejas o terceros. En el momento en que se recogieron estos datos, en el 2014, en España había 23.733.999 mujeres residentes, según el Instituto Nacional de Estadística. 3.251.567 de estas habrían sufrido violencia sexual a lo largo de su vida por parte de las parejas, exparejas o terceros. Al menos el 97,5% de los agresores fueron hombres.

Según los datos, el 46,43% de los violadores son hombres conocidos o amigos. El 20% son otro familiar conocido que no es el padre. Sólo el 18,57% de los agresores son hombres completamente desconocidos.

Más de 4 denuncias al día

Entre enero y junio de 2018, se denunciaron 788 violaciones (más de 4 denuncias al día). Un 28,5% más denuncias que en el mismo periodo de 2017. Así continúa la tendencia en aumento que ya se reflejó el año 2017, cuando aumentaron un 7,8% con respecto al 2016.

Con datos del 2015, en Suecia se denunciaron 56,8 violaciones por cada 100.000 habitantes, 20 veces más que en España, donde se registraron 2,65.

Los obstáculos que desprotegen a las víctimas

El informe de Amnistía Internacional considera que la invisibilitzación del problema es uno de los seis obstáculos que sufren las víctimas de violencia sexual. La organización resalta también 30 años sin políticas públicas.

"La mayoría de las mujeres no sabe como actuar después de haber sido violada, asediada en el trabajo, o abusada desde la infancia. La falta de campañas informativas de atención o protección para combatir la violencia sexual deja a las mujeres sin saber qué hacer en momentos especialmente traumáticos, y las enfrenta a descubrir por sus propios medios procedimientos diferentes según la comunidad autónoma en que vivan", ha declarado el director de Amnistía Internacional España, Esteban Beltrán.

Imagen: Sergi Alcazar

La atención, la asistencia y protección de las víctimas no puede ser una lotería que dependa del lugar dónde vives o del tamaño de la población donde ha tenido lugar la agresión o donde se denuncie", ha manifestado la responsable de política interior de Amnistía Internacional España "Virginia Álvarez. "En todas las comunidades autónomas hay importantes carencias con respecto a la protección de las víctimas de violencia sexual", ha añadido.

"No volvería a "denunciar"

La organización reconoce que en los últimos años se han producido avances importantes, pero sin embargo pone de manifiesto que las mujeres que sufren una violación u otro tipo de violencia sexual por terceros o conocidos o desconocidos, no se consideran víctimas de violencia de género y son las grandes olvidadas de las políticas públicas.

"No volvería a "denunciar". Esta es con la frase que se quedan muchas de mujeres que han decidido denunciar, y de pasar así por un proceso judicial traumático. "No puede ser que las mujeres sean juzgadas durante todo el proceso", ha remarcado Álvarez.

La situación en Catalunya

Amnistía Internacional considera que también se han producido mejoras circunstanciales como la ley 5/2008 del derecho de las mujeres a erradicar la violencia, que amplía la ley de violencia de género más allá del ámbito de pareja o expareja.

Sin embargo, también se recogen algunas deficiencias, como por ejemplo, la falta de protocolo de coordinación interinstitucional sobre violencia sexual, una guía de actuación en la detección y tratamiento de estos casos y la inexistencia de "centros de crisis" especializados en la atención a las víctimas de violencia sexual.

Imagen: Sergi Alcazar