Este miércoles es el día grande de Bunyol (Foia de Bunyol, País Valencià), en el que este pequeño pueblo valenciano de apenas 9.700 habitantes atrae la mirada de medio mundo y acoge a decenas de miles de visitantes para contemplar o participar en su emblemática Tomatina. En la edición de este año, la número 78, se han lanzado 120.000 kilos de tomates y han participado unas 22.000 personas —el aforo máximo previsto, puesto que ha habido 'sold out', si bien hacia la población se han movilizado unas 45.000 personas coincidiendo con la fiesta— llegadas de todas partes:  incluso de Reino Unido, China, Brasil, la India o Japón, según informa la organización. Unos 300 periodistas y las 45.000 personas de todo el mundo que se han desplazado al municipio evidencian la repercusión de una fiesta considerada de Interés Turístico Internacional.

'Tomaterapia' es el lema de la Tomatina de este año, un nombre que no es casual, dado que se trata de la primera que se celebra tras la devastadora DANA que arrasó la Horta de València el pasado 29 de octubre de 2024. Así las cosas, los valencianos esperan que suponga un símbolo de superación colectiva y de renacer tras la tragedia que se llevó la vida de más de 200 personas y dejó estragos emocionales y materiales de los que muchos aún no se han recuperado. La edición de este año también ha estado marcada por la matanza que está llevando a cabo Israel en la Franja de Gaza: durante la fiesta, las banderas de Palestina y las proclamas contra el "genocidio" han estado omnipresentes en el pequeño pueblo valenciano.

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La Tomatina de Bunyol este miércoles / EFE

El pistoletazo de salida de esta catarsis festiva tan esperada lo ha marcado el lanzamiento del cohete a las 12:00 h del mediodía. Tras este, se ha producido el desfile de los seis camiones cargados con 120.000 kilos de tomate en total, abriéndose paso entre la multitud, apiñada, preparada con su ropa blanca y sus gafas de protección y expectante por fusilarse mutuamente a golpe de tomatazo. Los tomates, de tipo pera y no aptos para consumo humano, se cultivan especialmente para la Tomatina y en esta ocasión proceden de Extremadura. Fueron cargados en camiones este martes para ser utilizados como munición en la guerra festiva que a estas horas ya ha teñido de rojo las calles del municipio valenciano.

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La Tomatina de Bunyol este miércoles / EFE

Cuando los camiones han volcado masivamente en el suelo esta peculiar y jugosa munición, los presentes se han abalanzado a para aprovisionar-se bien. A los pocos minutos, los asistentes eran ya un tumulto teñido de rojo y el olor ácido de este fruto ya impregnaba la plaza. Los principales visitantes internacionales eran británicos y también de la India, país en el que esta fiesta valenciana ha adquirido popularidad por una película —Zindagi na milegi dobara, 2011—. De hecho, esta mañana un joven indio ha sido capaz de bajar el jamón del 'Palo Jabón', la cucaña engrasada que da inicio a la fiesta, en pocos minutos. Una hora después de comenzar la Tomatina, a las 13:00 h, un segundo cohete ha anunciado el final de la batalla, y los servicios de limpieza ya trabajan con la farragosa sopa de tomate que embriaga Bunyol.